Hace aproximadamente un mes que Concha Velasco (82 años) se instaló en la acogedora residencia Santa Matilde, situada en uno de los barrios más emblemáticos de Madrid y muy cerca del domicilio de su hijo Manuel Velasco. La decisión de trasladarse al centro fue consensuada entre la admirada actriz y sus dos hijos y hasta el momento el resultado no puede ser más "estupendo", tal y como confesó a EL ESPAÑOL el hijo más mediático de la artista el pasado martes.
Concha se despidió de los escenarios en septiembre de 2021 y desde entonces vivía con su hijo Paco, pero debido a su artrosis y la dificultad de movilidad, la convivencia se complicó para todos. "Mi madre es una persona mayor. Necesita cuidados cada vez más, las 24 horas del día", explicó a este periódico Manuel. Esta situación los llevó a probar Centros de Día donde pudieran atenderla de forma adecuada y finalmente probaron a que pasara la noche. Ahora, Concha está feliz en su cálida suite que ha acomodado a su gusto en la residencia.
No solo ella está contenta con su vida en el centro, sus nuevos compañeros lo están aún más. Así lo ha comprado este diario en primera persona. Con el respeto y la calma que merece una de las actrices más importantes que ha dado este país, EL ESPAÑOL ha podido conocer cómo ha sido la acogida Velasco en su nuevo hogar. De forma discreta pero muy amable, algunos de los familiares de los residentes que conviven con la actriz no han podido disimular la fascinación que todos sienten por ella: "Mi madre está entusiasmada por compartir el día a día con una de las grandes", confiesa una solícita mujer que visitaba el centro para acompañar a su familiar.
Mientras, una pareja salía de hacer lo propio, y tras esbozar una sonrisa al ser preguntados por Concha, confirmaban a este periódico que la actriz "está siendo muy arropada en la residencia", pues "no se puede decir nada malo de esa mujer, lo ha hecho todo en la vida, y además bien hecho, ahora es su momento de descansar". También confirman las visitas que recibe de algunos seres queridos, sobre todo de su hijo Manuel, que según él mismo concretó a este diario acude a comer con su madre a diario: "Hemos visto al hijo varias veces, es muy majo también, justo ahora estaban viéndole en Sálvame", apuntan como dato.
Cuando Concha visitó por primera vez el centro a mediados de este invierno, fue "una grata sorpresa" para trabajadores y residentes, y enseguida se convirtió en una más gracias a su cercanía y sus infinitas anécdotas vitales. "Se le tiene mucho cariño y se nota", exponen los familiares de uno de los compañeros de Concha en su nueva vida.
Los trabajadores del centro, evitan, con amabilidad, hablar de actriz y mantienen a rajatabla la privacidad que ofrece la residencia a todos y cada uno de sus huéspedes. Siguiendo la petición expresa de Manuel Velasco de no alterar la calma de su madre, este periódico mantiene la respetuosa distancia en su labor de investigación. Sin embargo, ante la presencia de un medio en las inmediaciones del lugar, una curiosa mujer se acerca para confirmar con una breve pero rotunda frase que Concha recibe el cariño constante de todos dentro del centro: "Ya sabes cómo es ella de maravillosa. Están encantados todos", detalla.
El barrio en el que se ubica el nuevo hogar de la querida actriz es uno de los más vivos de la capital, pero la pequeña calle en la que se localiza, haciendo esquina, tiene una calma especial. Las personas aparecen con cuentagotas y en la zona se presentan tiendas y establecimientos humildes y muy tradicionales, lo que otorga un ambiente muy acogedor al distrito. Lo mejor de todo es que la residencia está a pocas paradas de sus hijos, un dato que aporta tranquilidad a ambas partes.
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