Quedan poco más de una veintena de días para que Marta Ortega (38 años) ascienda al puesto más alto de Inditex. La hija más joven de Amancio Ortega (85) se convertirá en la presidenta de la empresa textil más importante de España en un momento muy complicado para la firma. La invasión de Ucrania por parte de Rusia está agitando al máximo los mercados y la compañía gallega está siendo una de las grandes afectadas por el conflicto.
Cuando Marta tome el mando de la matriz de Zara tendrá que gestionar las fuertes consecuencias derivadas por el estallido de la guerra, que se han traducido en la caída de las acciones de forma continua. Y es que Inditex decidió cerrar sus tiendas de Ucrania debido a la situación actual, pero no ha hecho lo mismo con los establecimientos de Rusia, lo que le está haciendo recibir grandes críticas por parte de los sectores sociales y empresariales.
Echar la persiana en Rusia significa cerrar de golpe 527 tiendas, pues el país liderado por Vladimir Putin (69) es el segundo, detrás de España, en el que Inditex posee más establecimientos. Por lo que para tomar la decisión correcta se deben tener en cuenta diversos parámetros y seguir la estrategia más adecuada que consiga el menor efecto adverso posible tanto en su estado mercantil como en su imagen -pues sus movimientos darían a conocer si realmente la empresa pone los beneficios económicos por encima de la moral y lo humanamente aceptado.
Este dilema quedará saldado en poco tiempo, pues varias firmas de la competencia como H&M y Mango ya han cerrado sus tiendas en Rusia, e Inditex deberá actuar pronto. Pero las consecuencias se alargarán muy en el tiempo. Cuando el próximo 1 de abril Marta Ortega se convierta en la presidenta de la compañía de Arteixo, deberá gestionar cada paso dado durante la crisis de Ucrania y Rusia, pensando en la empresa como ente económico, pero también teniendo muy presente el carácter solidario del que siempre impregnó su padre la labor de la fábrica gallega.
Precisamente, en los últimos días se ha conocido que Inditex ha donado tres millones de euros para ayuda humanitaria. Un gesto que ha llevado a cabo a través de ACNUR para ayudar a las personas más vulnerables en la zona de conflicto y a quienes huyen de Ucrania. Por otro lado, como empresa textil que es, se ha comprometido a donar prendas para los refugiados que ahora viven en los países limítrofes.
Ejemplos de solidaridad como estos se pueden encontrar a lo largo de la extensa existencia de la firma de Amancio Ortega, y es que las donaciones del multimillonario y de su factoría -sean polémicas o no- son siempre muy sonadas y agradecidas por aquellos que las reciben. Ante la necesidad de investigación de graves enfermedades, después de alguna tragedia o tras una catástrofe, el magnate textil siempre ha mostrado su cara más solidaria.
De hecho, el pasado octubre se anunciaba que el magnate había donado 280 millones de euros al sistema público sanitario español, y 60 de esos millones se dedicaron a comprar material sanitario por la Covid-19. También ha creado convenios para mejorar los centros de mayores así como la creación de becas para que los jóvenes puedan estudiar en el extranjero.
Para Amancio esa forma de actuar debe tener continuidad hasta el fin de los días de su empresa, por lo que con el mandato de Pablo Isla (57) ha seguido siendo así, y Marta ha tenido que 'prometerle' a su padre que ella tampoco le fallará en ese sentido.
La joven empresaria deberá seguir con el legado benéfico de su progenitor, algo que no será complicado en su caso pues ha tenido su mayor ejemplo en casa. Aunque en su nuevo puesto deberá aplicar con sabiduría el rumbo de los pasos que se den en la empresa, ya que en apenas 26 días será ella la principal responsable de cada decisión que se tome.
[Más información: Lo que esconde la última compra inmobiliaria de Marta Ortega: el vínculo con su padre y su reivindicación]