"Mi madre partió y se llevó mi corazón con ella...". Con estas tristes palabras ha anunciado la actriz Silvia Marsó (58 años) la muerte de su madre a los 91 años a los pocos días del comienzo del nuevo año. Ambas estaban muy unidas, un amor incondicional que ha querido homenajear en sus redes sociales compartiendo una colección de imágenes de su madre tomadas en distintos momentos de su vida.
Poco después de desvelar el fallecimiento, el pasado 4 de enero, compartió un vídeo para dar las "gracias" por el apoyo que ha recibido desde entonces. Según cuenta, falleció "en su cama, en casa, tranquila. Fue todo muy repentino, yo le dediqué mi vida entera. Los que me conocen lo saben, así que os mando todo mi cariño, gracias", desvela, sin poder contener las lágrimas.
El cariño de sus más allegados y de sus admiradores están siendo fundamentales para Silvia Marsó, pues como cuenta es el "apoyo ante la partida de mi madre me da fuerza para soportar el dolor".
Tal era la devoción que tenía por ella que cuando comenzó la pandemia no dudó en dejarlo todo y mudarse a su casa para "cuidarla como enfermera". "He cambiado las máscaras de mis personajes por la mascarilla que llevo cuando estoy con ella", explicaba en aquel momento la intérprete, que se encontraba en pleno rodaje de la serie El secreto de Puente Viejo cuando la vida se paralizó por el coronavirus.
Aquellos meses juntas las hicieron unirse aún más, pues según explicaba a través de sus redes sociales se pasaba el día "haciendo curas, desinfectando todo continuamente y atendiendo, con mucho amor y alegría" a su madre, que era "dependiente" tras someterse a varias operaciones.
"El día que se paralizó el rodaje, el 13 de marzo, cogí un AVE para ir a buscar a mi madre y sacarla del hospital porque estaba convaleciente de cuatro operaciones. El día 12 de marzo la habían trasladado a un centro de convalecencia y rehabilitación a donde fui a buscarla. Me daba mucho miedo que se contagiara porque tiene 90 años, entonces pedí el alta voluntaria y desde ese instante, a través de WhatsApp, correo electrónico y llamadas, los médicos me ayudaron a hacerle las curas y el tratamiento que estaba llevando desde su casa", explicaba en una entrevista en El Mundo.
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