La edición número 78 del festival de Venecia, con el permiso de los demás aclamados actores, tiene nombre propio y español: Penélope Cruz (47 años). La actriz española ha conseguido la codiciada Copa Volpi de la Mostra veneciana, un premio que ninguna española había conseguido hasta la fecha, y que ella ha agradecido a Pedro Almodóvar (71) -por darle su papel en la película Madres Paralelas-, y también se ha acordado de su madre y de su suegra, Pilar Bardem, recientemente fallecida. 

Para tan magno y regio reconocimiento, Cruz se ha vestido a la altura. Siguiendo la habitual línea de estilo que tiene en la alfombra roja, la actriz ha apostado por un vestido de Chanel, firma de la que es embajadora. Un look sobre la alfombra roja que ha sido pura fantasía. Cabe puntualizar que el diseño es una pieza única, con corte de bailarina, un potente color plateado con el que ha brillado literalmente, hombros al descubierto y escote bardot. 

Totalmente ajustado en la parte superior y con más holgura en la zona de la falda, uno de los elementos que ha hecho eclipsar a Penélope Cruz es el encaje plateado. Eso sí, para muchos entendidos en la moda lo que terminaba de ponerle el broche definitivo a su estilismo veneciano era el tul que sobresalía bajo la falda y que le daba un toque romántico que muchos han destacado. Como complementos, Penélope Cruz ha elegido unos salones bicolor, un clásico de Chanel con un ligero twist en plateado y un clutch, también plateado.  Más allá de su outfit, qué duda cabe de que la actriz vivió una noche histórica, única, irrepetible, en su vida y en la historia del cine.  La intérprete, que ha reconocido que este ha sido "quizás el papel el más difícil" de su carrera, ha agradecido a Almodóvar un premio que es "100 por ciento tuyo", como le ha hecho ver. "Tu trabajo impecable, tu dedicación son tan difíciles de encontrar en estos tiempos. Te adoro", ha confesado en italiano e inglés. 

Ha dedicado el premio a sus compañeros y a su familia, a su marido Javier Bardem (52), y a las madres de ambos. "A mi madre, Encarna, la mejor maestra y amiga; y a mi suegra, Pilar Bardem, que nos dejó hace dos meses. Hizo muchísimo por los actores de nuestro país, y su amor y pasión por esta profesión maravillosa era enorme. Al final de nuestra última conversación me dijo 'te quiero', iban a ser sus últimas palabras hacia mí. Pero luego escuché algo más, muy suave y silencioso, y con una sonrisa en la cara me dijo dos palabras más: Copa Volpi. Esto va por ellas dos y por todas las madres". 

La muerte de Pilar Bardem

La actriz fallecía a los 82 años de edad el pasado 17 de julio en la clínica Ruber Internacional de Madrid, tras un tiempo aquejada de una enfermedad pulmonar. Sus tres hijos, Javier Bardem, Carlos (58) y Mónica (57), confirmaban la triste noticia a través de un comunicado: "Queremos compartir la noticia de que Pilar Bardem, nuestra madre, nuestro ejemplo, ha fallecido. Se ha ido en paz, sin sufrir y rodeada del amor de los suyos. Sabemos del cariño y admiración que por ella sentían muchísimas personas, dentro y fuera de España, por la actriz y la persona luchadora y siempre solidaria que fue. Agradecemos de todo corazón ese amor hacia nuestra madre".

En los últimos años vivió un poco más alejada de los focos. Tan solo acudía a contados y especiales actos sociales, como en marzo de 2020, cuando, días antes del estallido de la pandemia, recogió un premio. En el pasado mes de junio, su hijo Carlos publicaba un libro y hablaba así de su madre para JALEOS: "Es mi mejor fan y a la que le hago caso a todas las críticas que me hace, porque es tremenda y siempre me hace que siga creciendo, con la sabiduría que la caracteriza". Y añadía, sobre el plácido momento que atravesaba Pilar: "Fíjate, ya tiene todas las vacunas puestas y es fantástico poder verla con esa tranquilidad y disfrutarla". Puestos en contacto con el entorno de la familia, se desliza a este periódico que los últimos años de Pilar Bardem, en efecto, fueron "de una gran plenitud. Pudo disfrutar de los suyos y hasta el último momento estuvo consciente y bien. Fue una mujer muy luchadora". Fue despedida en la más estricta intimidad en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial. 

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