Tras una temporada televisiva llena de éxitos, Carlos Sobera (60) se ha concedido un descanso. El presentador ha cerrado un curso de trabajo en la que ha vuelto a formar parte del elenco de presentadores de la última edición de Supervivientes y además ha estado por las tardes al frente de la nueva edición del concurso El precio justo.
Después de los intensos meses de televisión, con la llegada de los días de calor, el vasco ha querido tomarse unos días de desconexión y ha elegido para ello las islas baleares. El presentador de Mediaset se ha desplazado hasta Ibiza donde se le ha podido ver a bordo de una embarcación disfrutando de una relajante jornada de descanso. Sobre las turquesas aguas del Mediterráneo Carlos ha compartido un paseo por altamar con otros dos amigos con los que se le ha podido ver en actitud relajada.
Carlos Sobera, una vez en el paraíso balear, no ha querido perder la ocasión de visitar uno de los lugares más aclamados del archipiélago. Para ello, ha cruzado de la isla bonita a Formentera, donde visitó el restaurante Beso Beach.
El presentador acudió acompañado de un nutrido grupo, pero sin la compañía de su mujer, Patricia Santamarina. Se trata de uno de los locales más solicitados por los visitantes de la isla durante la temporada estival. A él acuden con frecuencia rostros conocidos, y de hecho este mismo día, también estuvo degustando su carta el actor Miguel Ángel Silvestre (39).
Además de las buenas recomendaciones que tiene el restaurante hay otro matiz que quizás haya inclinado la decisión del televisivo hacia esta elección y es que son expertos en cocina mediterránea con acentos vascos, una conexión con la tierra del presentador de Telecinco que seguramente no le haya pasado inadvertida. A esto se suma el incomparable enclave de Beso Beach, el parque natural de Ses Salines, declarado reserva de la biosfera, es decir, un marco de película creado a base de arena blanca y aguas cristalinas.
Para esta relajada comida, el comunicador escogió un estilismo informal en el que llamaba la atención una camisa de manga corta azul estampada con motivos en color blanco.
Carlos Sobera ha marcado siempre una línea muy firme respecto a su vida privada y poco se sabe de ella. Mantiene una relación que dura ya 16 años con su esposa y convive en Madrid con ella y la hija de esta, Arianna Aragón (22) -fruto de su relación con Rody Aragón (62)-, a la que el comunicador ama como suya propia. En los últimos meses, además de techo, Arianna y Carlos han compartido el plató de El precio justo, donde ella trabaja como azafata. A esta feliz familia se suman sus dos perros, Pinki y Scott, a los que es habitual ver en las fotos que el presentador comparte en sus redes sociales.
[Más información: La gran casa familiar de Carlos Sobera: 'entramos' en una de las joyas de su patrimonio]