Tras haberse dado el 'sí, quiero', los novios salieron de la iglesia con una sonrisa de oreja a oreja. Ella, que apostó por la sencillez y la naturalidad, se mostró con un vestido clásico de satén, escote redondo, manga tres cuartos y espalda descubierta con escote trasero en uve, que a penas dejaba entrever sus salones.