El pasado 4 de mayo, al filo de las doce de la noche, Pablo Iglesias (42 años) anunció que abandonaba la política mientras una discreta Irene Montero (33) posaba a sus espaldas asintiendo y comprendiendo el gesto de su compañero -de vida-. Fue una decisión muy meditada por ambos, pues afecta directamente a su faceta más personal y familiar; una parte de su privacidad que intentan proteger al máximo y alejarla de su versión más mediática y de su labor como representantes de la ciudadanía.
Tras la marcha del líder de Unidas Podemos, la ministra de Igualdad ha continuado con sus compromisos laborales, entre los que se encontraba, a principios de esta semana, una visita a la Comunidad Valenciana para reunirse con sus mandatarios. Montero acudió al Palau de la Generalitat para conversar con el president Ximo Puig (62) y tras su cita Irene redactó unas líneas y rubricó su firma en el libro de visitas de autoridades. Minutos después, ella misma compartió ese mensaje con una foto en la que se podía leer la dedicatoria escrita de su puño y letra. Su caligrafía llamó la atención de JALEOS por mostrar una identidad propia, por lo que este medio decidió acudir a una grafóloga experta para conocer más a fondo esa faceta íntima que Irene Montero rechaza mostrar cuando está trabajando.
¿Cómo es la ministra? ¿Qué características de su personalidad son las más sobresalientes? Macarena Arnás, grafóloga, perito, escritora y coach desvela con detalle lo que esconde la letra de Irene Montero.
Con la carta en su poder, la experta analiza cada trazo de su caligrafía: "Estamos ante una escritura con predominio de formas curvas, falsas uniones y 'm' en forma de arco que reflejan reserva, sensibilidad y cierta ambivalencia", expone Arnás en un primer golpe de vista.
Donde más claramente se refleja la identidad de una persona es en la firma, un acto inconsciente y rápido que expresa más de lo que pudiera parecer: "La firma con la que finaliza la carta se encuentra ubicada en la zona de la derecha, con rúbrica en forma de subrayado y concluye con un punto. Propio de una mujer con cierta necesidad de reconocimiento pudiendo llegar a ser cortante en la expresión de sus emociones, con poco arraigo a lo establecido y réplica pronta", analiza la experta.
Pese a su trabajo de cara al público, la grafóloga evidencia una personalidad muy reservada y tímida: "La 'o' del final del apellido 'Montero' se encuentra abierta, lo que simboliza que a pesar de poder ser introvertida en la esfera social, puede mostrarse abierta y expansiva para manifestar sus emociones en su entorno más próximo".
Por lo tanto, "sensibilidad, rebeldía e introversión definen su grafía", según explica Macarena Arnás después de prestar exquisita atención a las 60 palabras que componen el escrito de Montero y su personal firma.
Además, en cuanto al contenido de la carta, se puede leer cómo la ministra para demostrar lo feliz que está por visitar la Comunidad Valenciana, alude directamente a la Sierra de Aitana, un lugar emblemático y con una historia política, cultural y reivindicativa muy relevante que fue el motivo por el que Irene y Pablo decidieron llamar con ese nombre a su hija pequeña. Un detalle más de la cercanía que la diputada ha querido mostrar con su compañero de la Generalitat, tal y como demuestra su rúbrica en letras minúsculas -mientras en los documentos oficiales firma con letras mayúsculas-, un aspecto que, según la experta, refleja la informalidad del acto y el vínculo personal que podría existir entre Irene y Ximo Puig.
Compatibilidad entre Pablo e Irene
Ante el nuevo paradigma que se presenta en la vida -personal y profesional- de la ministra de Igualdad y el exvicepresidente segundo del gobierno, este medio ha consultado a la grafóloga sobre los rasgos que podrían desgranarse de la firma de ambos para conocer algún detalle más de su relación.
Arnás advierte varias puntos en la grafía de sus rúbricas para determinar qué compatibilidad de caracteres existe entre los dos.
"Irene es tímida y con cierta dependencia en sus relaciones personales. Una persona que puede sufrir en soledad, pero con liderazgo, réplica pronta y terquedad". Pablo, por su parte es, según lo que se identifica en su firma, "reservado, persuasivo y observador. El hecho de subrayar el nombre indica que necesita reconocimiento personal. Pudiendo llegar a necesitar la aprobación de su pareja en la toma de decisiones".
"La réplica pronta de Irene, Iglesias la puede tolerar con su carácter persuasivo. Si ambos aprenden a tolerar sus diferencias y respetar su espacio, pueden ser grandes compañeros de vida", concluye Macarena.
El análisis de la grafía, confirma, por lo tanto, que la idea de formar equipo en el liderazgo del partido y después como parte de la coalición de Gobierno fue una decisión bien meditada en la que comprendieron sus personalidades y las configuraron para crear el vínculo más sólido y compenetrado posible.
[Más información: Irene Montero: "Nuestros escoltas se ríen con las supuestas infidelidades de Pablo"]
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