El amor por la moda le viene de familia a Virginia Pozo, la pontevedresa que conforma la mitad de IQ Collection. Esta firma ha sumado grandes dosis de popularidad recientemente ya que fue la elegida por la reina Letizia (48 años) para acudir a la inauguración de Fitur. Aunque la cara visible del proyecto es Inés Domecq (38), la jerezana reconoce que sin su socia esta aventura empresarial no habría podido salir adelante.
Virginia Pozo creció alrededor de Chamonix, el negocio de moda de su madre y pronto se dio cuenta de que su camino profesional seguiría los pasos de su progenitora. La satisfacción de las clientas al salir de la tienda con sus vestidos y una visita a la Feria de Milán junto a su madre, con tal solo 8 años en la que buscaban prendas para su negocio, marcaron su pasión por el mundo del diseño.
Pero esto no fue inmediatamente, ya que siguiendo el consejo de su familia de procurarse una vida estable, la diseñadora gallega estudió Derecho y comenzó a trabajar en una entidad bancaria. Esta etapa no le dejó buen sabor de boca como ella misma relató a Faro de Vigo: "Trabajaba en el departamento jurídico, en una época de crisis en el que solo había embargos y deudas. Eso generaba muy mal ambiente. Además, había mucha competitividad en la plantilla y decidí irme".
Esta decisión, cuenta la creadora gallega, no fue muy bien acogida por su círculo cercano, ya que con su salida del banco renunciaba a una vida estable para embarcarse en un mundo mucho más inseguro que su madre conocía de primera mano. Pero lo hacía por una gran causa:"Era mi sueño y traté de hacerlo realidad, con muchas dificultades", explicaba al medio gallego.
Y con su sueño se refiera a un proyecto anterior a IQ Collection, Coosy, un nombre que a día de hoy resuena muy fuerte entre las invitadas a eventos. El recelo de sus allegados duró poco, ya que el proyecto pronto comenzó a consolidarse.
Los éxitos alcanzados por la firma de moda refrendan que hizo bien en arriesgarse. Y fue toda una visionaria, pues decidió abrir en primer lugar tienda online, cuando en 2011 esto no era nada común. Después inauguró su primer local en Pontevedra, su ciudad natal y actualmente cuenta con 20 puntos de venta físicos.
Fue también a través de este proyecto textil cuando surgió la primera colaboración con su socia en IQ Collection. La aristócrata lanzó dos colecciones en colaboración con la firma de Virginia y se convirtió en su mejor embajadora, ya que ha vestido piezas de estas cápsulas en diferentes ocasiones. Tras ello, surgió la marca en la que ambas colaboran y que ha conquistado a la reina Letizia con sus formas elegantes y sus detalles de tendencia.
A pesar de su gran acogida entre el público, Coosy también sufrió el varapalo de la crisis de la Covid-19. Pero Virginia convirtió la situación en una oportunidad y puso sus talleres a disposición del gobierno gallego. Cuando este le confirmó que ya estaban cubiertos, incansable, arrancó las máquinas de su taller para enviar material a asilos, uno de los focos más vulnerables durante la primera ola de la pandemia.
El papel de Virginia en la industria textil ha sido reconocido en varias ocasiones, pero uno de los galardones que con más ilusión ha recibido ha sido la distinción de Amigos de Pontevedra que se le otorgó en 2018, por provenir de su tierra natal.
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