Jorge Brazález (32 años) tiene aquello que muchos anhelan. No es que sea el ganador del talent culinario más famoso de la televisión o que regente Roto, el restaurante más puntero de la exótica isla de Ibiza. Es que Jorge Brazález es un ser libre, ama la libertad y bebe y vive de ella.
Y desde esa postura privilegiada igual se enrola en un programa de desafíos que se lanza de pecho y por sorpresa al mundo de la música. "Vengo de grabar un videoclip en Granada de la que será mi primera canción, se llama Tendente". Ahora JALEOS entrevista al chef granadino y con él habla sobre sus nuevos proyectos, algunas de sus polémicas en redes sociales y de cómo se encuentra su corazón.
Jorge, ¿cómo está?
Estoy en el momento más completo de toda mi vida. En un rato entro a grabar un programa que me ha dado la vida -tiene una grabación de MasterChef en la mítica plaza de Callao-, reabro ahora un restaurante que ha sido un sueño, vengo de comer con unos productores musicales con los que he grabado un videoclip en Granada y con los que voy a sacar una canción en las próximas semanas...
¿Se lanza al mundo de la música?
Me lanzo no. Yo siempre he estado enamorado de la música y la percusión. Siempre he tocado caja y tal... Siempre me han dicho que no tengo voz de cantante, así como creemos que debe tener la voz un cantante. Al final, he estado en un contexto en el que no se me ha dado pie a hacer pinitos. En la cuarentena del año pasado, en Formentera, que es mi isla querida, hablé con un director de cine, amigo mío, que se llama Blas, que coincidí con él en una campaña de Desigual, y ese chico vio en mí una fuente de música que todavía no había salido. Él ha sido la persona que ha hecho real poner la estructura para que pase.
¿Y entonces canta?
Sí, sí. Ya he registrado la marca con el nombre de 1ncordio. Con el número 1, que me gusta más que la -i. No sé por qué, pero es así. Se llama Tendente la canción. Está hecha en Granada.
¿Qué es Tendente?
Tendente es lo que yo he sido toda la vida. Tendente a vivir. Si me llaman 'vividor' no me avergüenza porque lo que hago no hace daño a nadie ni a mí mismo, que es lo más importante. Soy una persona que disfruta con pequeñas cosas. Disfruto del día como un regalo. No veo la vida como un proyecto de 80 años. La gente se muere todos los días y si yo me muero, no puede pillarme a medio gas. Con honestidad y nobleza se puede hacer todo.
Entre el fútbol, los fogones, la música, las redes sociales como influencer... ¿En qué proyecto se siente más a gusto y cuál le da más pereza?
Yo no soy una persona que en redes tenga un contenido estudiado. A mí me cuesta todo lo que tenga que ver con esto. Yo no tengo grandes estudios de nada, soy muy autodidacta y mis redes demuestran que mi día a día es una cosa sin reglas. Las cosas surgen y no me pienso demasiado qué subir, qué sentido tiene, qué color o a qué público voy. Hay un caos que, para mí, tiene sentido. Quiero seguir haciéndolo así. La cocina y la música es, por supuesto, lo que más me gusta del mundo. Van tan de la mano que al final, si una cosa no tiene a la otra, está huérfana.
Quizá por ese contenido caótico del que usted habla alguna vez ha recibido un aluvión de críticas... ¿Le afectan mucho lo que digan sus detractores?
Ha habido algún momento en el que he recibido alguna crítica exagerada, pero no me ha afectado porque he seguido haciendo mi vida. Sí me he parado y he dicho "joder, ¿cómo buscan la parte negativa de algo que está hecho sin maldad?". Buscar maldad en unos actos en los que no ha habido un minuto para pensar en eso es un poco triste. El humano es una especie que tiene muchísimos defectos y lo demostramos continuamente. Muchas veces no se entiende cómo hay gente que va tan a muerte, a derribar.
¿Estamos últimamente más sensibles de la cuenta?
Puede ser, pero últimamente sí que he notado más que nunca que estoy viviendo un momento donde estoy muy en paz con el público. Por fin he revisado mis formas y mis mensajes en redes, por mis seres queridos que siempre me han ayudado mucho en este sentido... La gente está muy cómoda con lo que digo, lo que siento... Siempre hay gente a la que no le gusta lo que hacemos, pero la tónica general es la conexión con el pueblo. Que es lo que yo soy. Yo soy pueblo más que élite y que otra cosa. Yo pertenezco a la calle y a la gente humilde.
¿Es difícil mantenerse en ese "pueblo" del que habla cuando lo que te rodea es élite?
No me cuesta porque yo ya tuve una introducción a la fama. El fútbol, en Colombia, me dejó notar lo que puede ser la fama. Ni aún en momentos de mucha efervescencia mediática, tampoco soy muy consciente. O soy muy despistado o no me lo creo o pienso que el recibimiento de la gente, para lo que hago, es exagerado. Tengo una familia en la que siempre nos hemos quitado importancia. Nunca nos hemos dado grandes atributos. Yo afronto las cosas con normalidad. No soy nada. Lo veo de una forma muy real.
¿Cómo asumió el reto de llevar body y tacones para imitar a Beyoncé en el programa El desafío? ¿Sintió eso que llaman masculinidad frágil?
Hubo un momento en el que pensé que era muy fuerte. No era un videoclip en el que lo haces perfecto hasta que sale. Es un show en vivo que se va a retransmitir a millones de personas donde iba con tacones y body. Hombre, tenía que evitar tropezar, evitar que quedase modo parodia, no podía ser tampoco muy masculino ridículo... Había que hacerlo de una forma... siendo yo mismo pero sin pensar qué van a pensar de mi masculinidad o mi inclinación sexual. Pensé: "Yo ya sé lo que soy. Voy a hacer esto así porque al final quiero imitar a Beyoncé y ser un poco diva. Me meto y lo intento".
¿Le dio igual eso de llevar body y tacones?
¡Claro! Yo voy a luchar para que los hombres también se pongan ropa de mujer sin caer en el qué eres. Me pongo ese vestido y esa bata de seda porque me gusta la tela y es que me la voy a poner. No hay nada más que hablar. La gente cateta que no lo entienda, pues... tendrá que pasar más tiempo, los pobres todavía no lo han entendido. Pero es que no se busca nada más que la libertad. Cada vez lo haré más y con la música va a haber mucho contexto para vestir así. Al final no es el qué, sino el cómo. Si la llevas confiado, tranquilo... unos detalles de ambigüedad... es muy bonita la ambigüedad.
Siempre ha sido muy discreto con su vida sentimental. De hecho, la única novia que se le conoce públicamente es Miri. ¿Cómo está su corazón?
Miri ha sido la única chica a la que he llamado "mi novia". Estoy orgulloso de lo que hemos sido. Estoy orgulloso de lo que somos ahora. Estamos en contacto, nos queremos muchísimo, cada vez más... Tampoco estamos buscando explicar nada. Estamos en la vida hasta que el universo nos deje. No es tan importante. Mañana te mueres y al día siguiente están hablando de la bolsa.
Entonces su corazón... ¿Libre u ocupado?
Tengo un corazón tatuado en la cara para que no se me olvide que hay que amar. Soy un hombre muy amoroso, cariñoso, con los amigos, la familia, las mujeres... Mi corazón no tiene un nombre completo ni quiero tampoco encasillarme en nada. Sí que sé que soy muy volátil, como el mar. El mar hoy está calmado, pero mañana se pica. Eso es lo que soy: cada día una cosa.
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