La bomba la detonaba el colaborador Miguel Frigenti (32 años) este martes por la tarde en el programa Sálvame. Marta López (47) y otros influencers, creados y nacidos en la cantera de los realities de Telecinco, tendrán que rendir cuentas ante la justicia por publicidad ilícita de supuestos blanqueamientos dentales en sus redes sociales.
La denuncia la ha hecho efectiva en la mañana de este miércoles la organización no gubernamental FACUA-Consumidores en acción. En una nota a través de su página web han informado de que tanto Marta López como los concursantes del programa La isla de las tentaciones Marta de Lola Mencía (24), Manuel González (29) y Lucía Sánchez (25) han sido demandados por promocionar a través de sus diferentes cuentas de Instagram unos supuestos blanqueadores dentales.
A este grupo se ha unido en las últimas horas la estrella del programa Los Gypsy Kings, Noemí Salazar (29) quien, por el momento, no ha sido denunciada por la citada organización. Según ha desvelado FACUA en un comunicado a través de su web, se ha presentado una batería de denuncias ante la publicidad ilícita de supuestos blanqueadores dentales comercializados a través de dos páginas web y anunciados por varios personajes conocidos a través de sus perfiles.
Se trata de 5D White y Freshy White, tiras blanqueadoras cuya publicidad induce a los consumidores a creer que tienen la misma eficacia y composición que los productos utilizados en los tratamientos que se llevan a cabo en las clínicas dentales. Más allá del carácter engañoso de la publicidad, FACUA advierte de que desde 1996 está prohibido que las "personas famosas o conocidas por el público" anuncien productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria.
Así, el Real Decreto 1907/1996 prohíbe en su artículo 4 cualquier clase de promoción de "materiales, sustancias, energías o métodos con pretendida finalidad sanitaria" que "pretendan aportar testimonios de profesionales sanitarios, de personas famosas o conocidas por el público o de pacientes reales o supuestos".
"Resultado seguro e idéntico al de los dentistas", afirma la web de 5D White. "Formulado con el mismo compuesto blanqueador seguro para el esmalte que utilizan los dentistas, este sistema de blanqueamiento dental elimina las manchas superficiales y subsuperficiales de los dientes", asegura la web de Freshy White.
La web de Freshy White no aporta ninguna prueba. De hecho, FACUA ha realizado un rastreo en los contenidos de las ediciones online de las cuatro publicaciones sin haber encontrado ninguna alusión al producto en ninguna de ellas.
Las denuncias
Las denuncias contra las dos empresas y los cuatro influencers han sido presentadas ante la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y la Dirección General de Consumo del Ministerio de Consumo.
En el caso del producto anunciado por Marta López, FACUA también ha interpuesto denuncias ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y la Secretaría de Estado de Digitalización del Ministerio de Asuntos Económicos.
Y es que el apartado de su web dedicado a la política de privacidad en el tratamiento de los datos de los consumidores está vacío, vulnerando el artículo 13 del Reglamento General de Protección de Datos, y en la página ni siquiera indica el nombre de la empresa vendedora, lo que vulnera el artículo 10 la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico.
Qué dice la ley
Desde 2012, el Real Decreto 1599/1997, de 17 de octubre, sobre productos cosméticos establece que los blanqueadores dentales que contengan entre 0,1% y 6% de peróxido de hidrógeno, presente o liberado por otros compuestos o mezclas en esos productos, no pueden ser directamente accesibles a los consumidores, de manera que únicamente serán suministrados a pacientes mayores de 18 años por odontólogos y estomatólogos.
En función de las características del producto, estos profesionales realizan los tratamientos de blanqueamiento dental exclusivamente en sus clínicas o facilitan los productos a sus pacientes para que, siguiendo unas pautas, se los apliquen ellos mismos, siempre que la primera sesión sea llevada a cabo o supervisada por el dentista.
Antes de llevar a cabo sus tratamientos a base de peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida -combinación de peróxido de hidrógeno con urea-, los dentistas deben realizar un examen clínico adecuado a fin de garantizar que no existen factores de riesgo o cualquier otra patología bucal y que la exposición a dichos productos sea limitada, de manera que se garantice que estos sólo se utilizan según la frecuencia y la duración de la aplicación previstas.
El bajo porcentaje de sustancia blanqueante que poseen los supuestos blanqueadores dentales que se comercializan directamente a los consumidores provoca que no tengan los mismos efectos y durabilidad que los productos suministrados por los dentistas.
Y ello salvo que se trate de artículos comercializados ilegalmente al contener un 0,1% o más de peróxido de hidrógeno, algo que puede llegar a derivar en graves problemas de salud. Y es que un tratamiento mal usado puede quemar la encía o producir una necrosis pulpar en el diente.
Muchos productos presentados como blanqueadores lo que hacen en realidad es reducir las manchas provocadas por agentes externos como el tabaco y la comida, pero no tienen realmente un efecto blanqueador permanente.
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