Kike Osborne, el primogénito nacido del recién separado matrimonio compuesto por Bertín Osborne (66 años) y Fabiola Martínez (48), cumple 14 años este domingo 31 de enero. El mayor de los dos hijos de la expareja llegó al mundo un frío día de invierno para traer un sinfín de alegrías a sus progenitores, que por entonces llevaban apenas un año casados.
Kike llega a los significativos 14 años en un momento muy inusual: lo hace en mitad de la pandemia de coronavirus y dos semanas después de que sus padres anunciasen que se separaban tras casi 20 años de amor. No ha sido el quiebre amoroso de la pareja un impedimento para que este domingo Fabiola y Bertín hayan permanecido juntos con su hijo para soplar sus 14 velas.
JALEOS de EL ESPAÑOL ha contactado con Fabiola Martínez para conocer sus planes en el día más especial de Kike y si le han hecho algún regalo. La modelo venezolana ha agradecido de antemano el cariño y ha respondido que, como es natural, la pandemia impide que se pueda hacer una celebración como merece su pequeño. "Efectivamente, la pandemia no permite reuniones, así que le haré a Kike una tarta con todos los ingredientes que a él le gusta y le cantaremos el cumpleaños feliz", responde Martínez a este diario.
A la pregunta de si mucha gente lo había felicitado, Fabiola apunta que sí, obviamente, todos a través de mensajes de WhatsApp y videollamadas que ilusionan sobremanera a Kike. "La familia y amigos van haciendo videollamadas para felicitarlo". Y lo más importante para un niño en el día de su cumpleaños: ¿qué le han regalado? "¡Le han regalado un perrito!", concluye Fabiola.
El perro que acaba de llegar a la familia Osborne Martínez se llama Drako -quizá hace alusión a Draco Malfoy, el oscuro y pérfido personaje de la saga Harry Potter- y es de raza Shiba Inu. Los Shiba Inu son los más pequeños de las seis originales y diferentes razas de perro de Japón. Drako será un perro pequeño y ágil que soportará muy bien el terreno montañoso, ya que originalmente su raza está criada para la caza. Es similar en apariencia al Akita Inu, aunque es mucho más pequeño en estatura.
Kike Osborne, quien cariñosamente reprocha a menudo a sus padres que lo llamen así y exige que se refieran a él por su nombre de pila, Norberto Enrique -mismo nombre de su padre, Bertín-, nació de forma prematura y sufre una lesión cerebral que le impide crecer con normalidad. Kike ya es todo un adolescente, un hijo del que Bertín y Fabiola se sienten tremendamente orgullosos por su tesón, su esfuerzo y su capacidad para remontar ante todos sus baches de salud.
Así hablaba de él su madre en este periódico hace unos meses: "Hay muchas cosas que nos resultan graciosas y lo pasamos bien, pese a que nosotros también infantilizamos sin querer. Cuando ve a una chica que le gusta se le nota un montón, se pone rojo, más tímido, se tapa la cara... Y claro, si lo vemos en Carlos nunca se lo diríamos delante de la persona porque le dejaríamos en evidencia, pero en el caso de Kike a veces fallamos en eso. En realidad aprendemos con él. Kike ya fisiológicamente va sintiendo cosas y se va explorando, así que nos tenemos que ir adaptando a esta nueva etapa. Intentamos preservar un espacio que es su intimidad, un momento que es suyo y no es de nadie. Mentalizarse de esto es muy importante".
Bertín y Fabiola están sumamente volcados en el cuidado y el desarrollo de su hijo Kike, que por su enfermedad es totalmente dependiente de sus atenciones. "Nos dijeron que no vería, ni hablaría ni andaría... ahora los médicos están asombrados con su evolución", declaró Bertín Osborne en una entrevista.
La separación de Bertín y Fabiola
Tras la emisión de un comunicado por parte del cantante de rancheras anunciando la separación sentimental de su pareja, tanto Bertín como Fabiola han tenido que salir al paso de las especulaciones en torno a su matrimonio.
"Queridos amigos, nuestra separación es bastante aburrida. Así que por favor, no le busquen tres pies al gato porque nuestro gato siempre ha tenido cuatro y siempre tendrá cuatro. Antes de casarme con Fabiola, cuando le pedí matrimonio, me contestó poniéndome una condición: 'Quiero separación de bienes'. Me lo exigió ella. Ahora, en nuestra separación, Fabiola me ha dicho: 'Yo no quiero nada. Soy mayorcita, tengo trabajo, me sé buscar la vida y no quiero nada. Tú ocúpate de tus hijos, nada más', comenzaba este segundo escrito de Bertín, más reciente y específico. Y concluía: "Esa es Fabiola, la mujer más íntegra, independiente y brillante que he conocido. No voy a encontrar a nadie igual, de manera que no voy a buscar más".
Por su parte, Fabiola decía lo siguiente: "El amor existe, pero no es perfecto. Y los dos nos merecemos estar bien y ser felices. Eso es lo que estamos intentando sin hacer daño a nadie. Para los niños no es fácil, pero tampoco es bueno ver a dos padres que, al final, no tienen buena relación. No ha podido ser. Sin más. No hay más".
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