Este miércoles 30 de diciembre, Rocío Osorno (32 años) se adelantaba unas horas a la bajada del carrillón y daba por su cuenta la gran campanada. La influencer sevillana utilizaba su arma más poderosa, sus redes sociales, para compartir con su 1,3 millones de seguidores una de sus noticias más personales.
"Quiero terminar el año siendo cien por cien sincera con vosotros, ya que habéis sido partícipes de todo lo que ha ocurrido en mi vida en estos últimos años y entiendo que me preguntéis por el tema. Prefiero ser yo quien lo cuente antes de que empiecen a circular rumores de todo tipo (ya sabemos cómo son las redes sociales). Coco y yo ya no estamos juntos. Ha sido una decisión tomada por ambas partes. Estos últimos meses hemos tenido muchas discusiones, ya que somos personas muy diferentes de forma de pensar y eso al final va mermando una relación hasta llegar a ese punto", relataba la empresaria.
Horas más tardes era su pareja, Jacobo González-Robatto Perote (33), quien hacía lo propio en su cuenta oficial de Instagram: "Rocío es la madre de mis hijos, una bellísima persona, luchadora, fuerte, íntegra y noble, nunca jamás diré una mala palabra de ella. El ejemplo de mujer, trabajadora, para millones de personas y siempre será una parte importantísima de mi vida. Ha sido una decisión meditada por los dos", escribía el senador de Vox en el Parlamento de Andalucía.
Pero ¿cómo nació este romance que ahora llega a su fin por sus incompatibilidades personales en la convivencia? ¿cómo surgió el amor entre la exitosa diseñadora y el hijo del presidente del consejo de administración de Pescanova?
Rocío y Coco, como cariñosamente llaman a Jacobo seres queridos y como él mismo se hace llamar en redes, se conocieron en el año 2016 en un entorno tan exótico como solidario. Los jóvenes viajaron hasta Marruecos para realizar el Rally Sayyes. Ella lo hacía en calidad de influencer invitada por la empresa organizadora y él, al ser ya un habitual, se ganó el título de embajador. El Rally Sayyes es una aventura solidaria que se realiza en coches 4x4, un rally clásico, donde se fomenta el trabajo en equipo y en el que se conoce a gente nueva. Voilà.
Durante el tiempo en que mantuvieron su relación a distancia -él vivía en Barcelona, donde cursaba un prestigioso Máster, y ella nunca residió en otro sitio que no fuera la capital hispalense, salvo el tiempo en que estuvo en Francia por una Erasmus-, la pareja solía encontrarse entre la Ciudad Condal, Sevilla y Madrid, donde él tenía su propio apartamento.
En mayo de 2018, en un romántico viaje a Bruselas, Coco Robatto le pidió matrimonio. Y no lo hizo de cualquier manera. Todo estuvo medido milimétricamente, aunque la agudeza de Rocío y algún despiste de Coco hicieron que la que debía ser sorprendida sospechase lo que estaba a punto de pasar. Fue en Brujas -ellos solían llamarse cariñosamente Brujo y Piruja- donde Jacobo le regaló un impresionante anillo de compromiso compuesto por dos preciosos rubíes firmados por la casa Ansorena, los tradicionales joyeros de la Casa Real española desde el reinado de Alfonso XIII hasta el de Felipe VI (52).
Tan sólo un mes después del feliz anuncio, en junio de 2018, Osorno confirmaba que estaba embarazada de su primer hijo, aunque sus planes de bodas siguieron intactos. "¡Estoy embarazada! ¡No sabéis las ganas que tenía de contarlo, pero quería esperar a pasar el primer trimestre!", comentó a través de sus redes. Así, en diciembre de aquel año llegó a sus vidas la persona que lo cambió todo para siempre, su primogénito, Jacobo, al que en la familia llaman Jacobito o Pipi.
Rocío Osorno y Coco González-Robatto contrajeron matrimonio eclesiástico el 29 de junio de 2019 en la Catedral de Sevilla, tan sólo dos semanas después de que lo hicieran en el mismo escenario sacro el futbolista de Camas de rango internacional Sergio Ramos (34) y su pareja, la presentadora Pilar Rubio (42). La empresaria y el senador autonómico de Vox tenían claro desde el principio que tardarían poco tiempo en dar un hermano o una hermana a su pequeño Jacobo.
Apenas un mes después de darse el 'sí, quiero' y jurarse amor eterno ante los ojos de Dios en la ciudad natal de la influencer, Rocío volvió a quedarse embarazada. En diciembre de 2019 compartían, felices, y desde las paradisíacas islas de Maldivas la noticia de que venía en camino un nuevo bebé. Un niño que nació en plena pandemia de coronavirus, el pasado mes de abril y al que, siguiendo la tradición familiar, pondrían de nombre Luis, como el hermano y el padre de Rocío. En casa lo llaman Luisete.
Ahora Rocío Osorno, ingeniera técnica agrícola, empresaria, diseñadora y elegida por la prestigiosa revista Forbes como una de las influencers más relevantes de 2020 -aquello que promociona, se agota en cuestión de minutos-, y Coco González-Robatto, senador del Reino de España por Vox, toman caminos paralelos. Y lo hacen no sólo en el sentido literal y sentimental del término, sino también en el que actualmente marca la temperatura de una relación de pareja. Rocío y Coco han dejado de seguirse en Instagram, aunque entre ellos permanece el respeto, el cariño y el amor por las "dos maravillosas razones" que tienen en común: "lo más bonito y grande que haremos en la vida".
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