Este pasado miércoles, en la gran final del programa Mask Singer de Antena 3, se descubrían todas las máscaras, y bajo Caniche, una de las más comentadas por el público, estaba Genoveva Casanova (44 años). Ha sido, sin duda, una de las grandes sorpresas de la edición, teniendo en cuenta que Casanova no acostumbra a aparecer en programas de televisión y, de un tiempo a esta parte, su vida discurre lejos de los medios de comunicación y los focos. Así, Genoveva epataba y sorprendía a propios y extraños en el espacio televisivo.
"Nunca pensé que fuese a pasar del tercer programa, pero el equipo me ha cautivado y ayudado a mejorar mi voz. Hubo un día que dije 'wow'. Nadie entendía nada en casa. Mis hijos me preguntaban dónde iba un sábado a trabajar", aseguró la que fuera mujer de Cayetano Martínez de Irujo (56). Ahora bien, ¿cómo es la vida de Genoveva lejos de la familia Alba, de los photocall y las revistas? JALEOS ha podido conocer por parte de su entorno más cercano que Genoveva está "muy ilusionada" a nivel profesional y "no extraña en absoluto" el seguimiento mediático que vivió antaño.
Un día optó por retirarse y así se mantiene. "Aparece poco y cuando le apetece", desliza una persona de total solvencia. De hecho, vive feliz y relajada fuera del barullo mediático que siempre ha acompañado a los Alba. El pasado 8 de noviembre cumplió 44 años y los celebró en Madrid, Covid mediante y en su restaurante favorito, Puntarena, y rodeada de sus grandes amigas, entre las que figuran Patricia Cerezo (48) y Jaydy Michel (47). ¿Cómo está el corazón de Genoveva?, se interesa este medio. "Está soltera y viviendo la vida, no quiere compromiso y, en estos momentos, tampoco hombres. Ella es un espíritu libre", se secretea. En otro orden de cosas, se explica que esta Navidad la pasará "en Madrid, con sus hijos, Luis y Amina". Plan familiar, casero y con su entorno más reducido y directo en el exclusivo Paseo del Pintor Rosales de Madrid. Este periódico ha podido confirmar la 'escapada secreta' que realizó Casanova hace unos días a su México querido. La aristócrata "viene y va" con mucha frecuencia y la línea Madrid-México forma parte de su cotidianidad. Estos días pasados, "de relax entre amigas", los ha festejado en el resort de lujo Rosewood Mayakoba, que se encuentra en Riviera Maya, rodeado de manglares y lagunas. Allí, Genoveva está como en casa.
Ha desconectado y ha podido disfrutar de sus mayores pasatiempos: el golf, el yoga y los tratamientos wellness. Hace mucho tiempo que se dio a la meditación y cuenta quien bien lo sabe que "le ha cambiado la vida". Se asegura que "echa mucho en falta" a Cayetana de Alba, a la que tiene muy presente en su día a día y se insiste, con un punto de nostalgia: "La relación que las unía era especialísima. Cayetana siempre la tuvo en alta estima". ¿Cuáles son los proyectos profesionales que ocupan en la actualidad a Genoveva?, se interpela a la persona adecuada.
"Ahora mismo está volcada en dos libros que está perfilando", se informa. Uno de ellos será una novela, basada en la vida de su padre, que fue veterano en la guerra de Vietnam; y otro, de carácter "más filosófico". Estos proyectos, más otros empresariales y solidarios, ocupan su tiempo en la actualidad. Su participación en el espacio Mask Singer fue tan sorprendente como inesperada. "Algo excepcional, lo aceptó sin pensarlo porque es un programa blanco y familiar. Ella no suele participar en estas cosas, pero cuando le explicaron de qué se trataba, ni lo dudó", se desliza.
En lo tocante a su relación con Martínez de Irujo y padre de sus hijos, se aclara que es "muy buena, cordial. Son amigos", y los une el amor por sus hijos. Están en contacto permanente y prueba de la excelente relación que libran fue la preocupación de Genoveva el pasado año, cuando operaron de urgencia al conde de Salvatierra de una obstrucción intestinal. Allí estaba Genoveva la primera, seguida de Bárbara Mijan, la actual pareja sentimental de Cayetano.
También en 2019 hubo oportunidad de ver a Genoveva y Cayetano ejercer de orgullosos padres en la puesta de largo de sus hijos, Luis y Amina. Vástagos que, por cierto, emitieron un comunicado a su mayoría de edad para pedir respeto a los medios, pues no quieren ejercer como personajes públicos. De momento, lo han cumplido: no comercializan con su vida privada. El papel de madre es el mejor de Casanova, se explica. Lo que tiene claro son sus prioridades, que son sus hijos. Cuidar de ellos.
Así hablaba para este periódico en 2017 sobre su vida lejos de los focos: "Estoy encantada porque mi vida, cuando estoy alejada de las cámaras, es muy normal. Me encanta ir en chándal, con coleta y pasear a mi perro por el parque porque me fascina y le adoro. Y cuando regreso a casa escribo en el ordenador y estudio. Estoy en calma".
También ponía los puntos sobre las íes sobre la relación con su exmarido: "Es superbuena, hablamos de todo y me apoya por completo". A pesar de haber sido la nuera de la duquesa de Alba y de que Cayetano, de quien se separó hace exactamente una década, le pasa una generosa pensión, Genoveva no es de las que se sienta a la sopa boba. Acabó sus estudios de filosofía, realizó su tesina y desveló hace un tiempo en exclusiva a JALEOS que empezó su doctorado por la Universidad Panamericana de México.
[Más información: Genoveva Casanova y Bárbara Mirjan visitan a Cayetano Martínez de Irujo en el hospital]