"¡Ana Roooosa, Ana Rooooosa! ¡Cuánto daño hiciste, amiga mía, haciéndonos creer que esto era fácil!", redacta Toñi Moreno (47 años) al inicio de su libro Madre después de los 40: la verdad del cuento, en referencia a que Quintana dio a luz a sus mellizos con 48 años.
En las 231 páginas que posee la obra literaria de la presentadora relata en primera persona cómo fue quedarse embarazada a los 46 años. La maternidad siempre fue el gran sueño de su vida, y de hecho siempre ha ejercido de madre protectora con sus sobrinos o hijos de amigos o incluso, ya en la madurez, "hago de madre de mi madre", explica ella misma.
Pero el proceso ha sido largo, duro y engañoso, ya que cuando parecía que las cosas salían bien, enseguida la realidad mostraba su cara menos amable y le puso grandes obstáculos en el camino.
El libro es transparente y crudo, Toñi cuenta su verdad y no deja ningún tema en el tintero. Desde la cronología completa de su gestación hasta el momento final del parto que no fue como ella esperaba. Todo ello queda recogido en un relato que combina reflexiones de una madre primeriza de 47 años con ejercicios y entrenamientos para mujeres que estén pasando por el mismo proceso.
Así empezó todo
Tras soñarlo siempre, al fin Toñi se puso manos a la obra para cumplir su mayor deseo de ser madre. "El primer paso era elegir una clínica que me diese todas las garantías. En ese momento estaba viviendo en Sevilla, y no hay nadie que sepa más de médicos en esa ciudad que mi amiga María del Monte (58). [...] Me dio el nombre de un amigo suyo, ligado al de varias famosas que lo habían conseguido poniéndose en sus manos".
Era el doctor Pascual Sánchez. "no me dijo nada que no intuyera; mis óvulos estaban de retirada y el porcentaje de éxito se queda en un ridículo 10 por ciento". Ante tal dato, la presentadora tenía claro lo que hacer, no quería ni siquiera intentarlo una vez con sus óvulos, quería gestar un embrión de un óvulo donado por una mujer joven y fecundado por un donante masculino: "Lo tengo claro, doctor. Ovodonación. Vamos a arañar porcentajes a esa curva tan hiriente que me ha dibujado", relata.
Así comenzó el tratamiento hormonal y su puesta a punto con su entrenadora de MAMIfit, Raquel, experta en embarazadas, y a quien conoció gracias a Isabel Jiménez (38), presentadora de Informativos Telecinco, con la que se topaba en los pasillos de Mediaset y fue de las primeras a las que confesó sus intentos de gestación.
Toñi se metió de lleno en el proceso, pero fue largo, tedioso y, en momentos, decepcionante: "Era desolador cada vez que me llamaban desde el laboratorio para decirme que había dado negativo. No lo volvimos a conseguir hasta el cuarto intento", desvela.
Sus dos abortos
"No había contado hasta ahora que yo sufrí dos abortos antes de Lola, uno especialmente puñetero", revela en las páginas de su libro. La primera vez que se quedó embarazada estaba presentando Viva la vida, en Telecinco, y Gente Maravillosa, en Canal Sur, y no tardó nada en hacer caso omiso a los que le decían que fuera prudente y contó a su entorno la buena nueva.
"Me quedé embarazada en la primera transferencia embrionaria. Demasiado bueno para ser verdad", cuenta.
Y sí, llegó uno de los peores momentos de su vida. Recuerda con detalle ese día que marcó un antes y un después de su proceso, ya que fue exactamente cuando se dio cuenta de lo duro que iba a ser quedarse embarazada. Así sufrió su primer aborto, estando en directo en Canal Sur: "Estaba de dos meses. Estaba en directo y sin moverme del sitio, incliné la cabeza al micrófono de solapa que llevaba anclado en mi camisa, como si eso me diera más recogimiento y privacidad, y recuerdo que me dirigí al directo del programa -que, además, es amigo mío-. para decirle algo que le dejó más inmóvil que a mí: 'Alberto, creo que estoy abortando en este momento'. No se me olvidará su cara".
Pidió unas compresas para la sangre que estaba perdiendo y siguió con el programa. También continuó así toda la noche, con infinitas hemorragias, pero no quiso llamar a nadie "para no alarmar". Sin embargo, al día siguiente tuvo que ser intervenida de urgencia. Y días más tarde, entró en quirófano de nuevo porque la sangre no cesaba.
"Después de aquel aborto, descansé unos meses para retomar el tratamiento con fuerza e ilusión. No tardé en volver a quedarme embarazada, pero la alegría me duró dos semanas y tuve otra pérdida espontánea. Esta vez fue menos doloroso y traumático", apunta Toñi. Pero fue entonces cuando empezó a preocuparse por si no podría conseguirlo.
"Nunca estuve en ningún armario"
Moreno recuerda la vez que Laura Pausini (46), invitada a Viva la vida cuando ella lo presentaba, le preguntó si le gustaban las mujeres y la comunicadora no supo qué responder y se ruborizó. Ese momento fue muy comentado y ella nunca se ha expresado al respecto. Hasta ahora.
"Nunca hablé de este tema y quiero explicaros por qué y cuál es mi filosofía de vida. Quizá no la compartáis, pero es la mía, y es en el traje que me siento a gusto. Os diré que nunca estuve en ningún armario. Nunca. Además, es una expresión que me parece feísima. Lo que sí decidió es que hay pocas cosas más íntimas que tu sexualidad y que a nadie le importa con quién te acuestas, o no debería importar. [...] Pues yo hace mucho tiempo que decidí aparcar ciertas facetas de mi vida, que solo me pertenecen a mí y a las personas con las que yo quiera compartirlo", desvela.
Además, ha querido dejar claro que solo busca su felicidad sin dañar a nadie y por eso decidió no entrar en el juego de quienes hablaban libremente de su sexualidad: "Nunca denuncié a nadie, a pesar de que me sacaron del armario hace años sin ninguna foto que confirmara nada. Hubiera ganado cualquier demanda [...] No iba a gastar mi energía en nada que no sea construir, crear, inventar y hacer feliz a los míos".
El nacimiento de Lola
Su sueño se cumplió al inicio de este peculiar año: "Lola nació el 21 de enero del 2020, caía una tormenta de mil pares, y a su madre le dieron una habitación tan maravillosa en el hospital que cuando llego mi sobrino Pepe de tres años y medios para conocer a su prima, lo primera que dicho fue que le encantaba ese hotel y que quería quedarse a dormir".
Bromas aparte, Toñi sufrió hasta el último momento, por el dolor y por la incertidumbre de si podría o no dar a luz de forma natural.
Cuando llegó el momento, tras varias semanas pidiendo que le indujeran el parto, al fin se realizó la prueba previa antes de proceder al alumbramiento: "La ecografía nos dio una mala noticia: Lola se había movido durante la noche y ahora su cabeza estaba en uno de mis costados. [...] Patricia -su ginecóloga- no se lo pensó mucho: 'La niña no estaba bien colocada. Es grande porque pesa más de 4 kilos. Podríamos intentar la inducción y ver si ocurre el milagro de que se recoloque y salga sin problemas, pero me parece algo improbable. Yo evitaría riesgos y te haría una cesárea. Pero tú decides'. No os lo creeréis, pero fue escuchar la palabra 'cesárea' y ver la luz", detalla Toñi pese a que siempre había querido un parto natural.
Entre los pinchazos-"no sería capaz de contaros qué es lo que me pincharon"- y la anestesia, la presentadora cayó en un plácido sueño de dos minutos, y al abrir los ojos todo había pasado y su sueño se había cumplido: "Me desperté con el sonido del esfuerzo de mi ginecóloga sacando a Lola. [...] Viví como una espectadora emocionada el nacimiento de Lola, sentó cómo salía de mi cuerpo, pero sin dolor, y cuando la oí llorar, descansé como Nadal cuando se tira en la pista después del punto definitivo".
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