Hablar con Antonio Carmona (55 años) es toda una experiencia. Bastan solo unos minutos al teléfono para darse cuenta de que es una persona transparente, cercana y que vive la música (y los coches) con pasión…
En esta ocasión, JALEOS ha querido conocer otro lado humano de Antonio Carmona. Aprovechando que es embajador de Citroën le hemos preguntado por su faceta como conductor y si escucha sus canciones cuando viaja… Esto es lo que nos ha contado.
Antonio… Le entrevistamos como embajador de Citroën. Así que… cuéntenos: ¿Por qué ha decidido ser embajador de esta marca?
Siempre he sido muy seguidor de la marca; siempre me han gustado los coches de Citroën. Hay algunos modelos que molan mucho. Además, en este caso ha coincidido que tengo una amiga que trabaja allí. Ella me puso en contacto con los responsables para que pudiéramos hacer cosas juntos. Fue así como se dio la oportunidad.
¿Qué coche conduce ahora mismo?
Ahora estoy con el Citroën C5 Aircross, un todocamino de tamaño compacto, con un motor de gasolina. El Citroën C5 Aircross también lo lleva la Policía Nacional… Así que es un coche conducido por dos símbolos nacionales… El cuerpo de seguridad y Antonio Carmona… Sí, me encanta (risas). Tengo muchos amigos policías y para mí es un tremendo honor.
¿Y qué es lo que más le ha sorprendido de este coche?
Sobre todo la comodidad que tiene. Por donde yo me muevo aquí en la pedanía hay muchos baches hasta casa. Y el coche es muy cómodo. También me ofrece mucha seguridad en carretera. No se mueve cuando viajas. Además, me va diciendo cómo tengo que conducir… (risas) Me ayuda mucho en este sentido…
¿Le trae recuerdos de su infancia esta marca?
Sí. Tengo muchos recuerdos de esta marca de coches, porque cuando era pequeño veía muchos en mi barrio. Soy de Campamento, en Madrid. Es una marca, además, que la ves por toda España cuando viajas. Y ahora yo tengo la suerte de conducir uno…
¿Entonces, le gustan los coches, le gusta el mundo del motor?
Sí, me encanta. Y no solo por los recuerdos del barrio. Yo, de hecho, si hubiera podido estudiar otra cosa que no fuera la música, habría sido para mecánico de coches.
No conocíamos esa pasión que tiene por la automoción…
Sí, me fascina todo en un coche. Cómo están construidos, los motores, cómo se fabrican. Todos los entresijos que tienen… Son como una buena guitarra. Hay que destacar todo lo bueno que tienen los coches, forman parte de esas cosas buenas que hay que aprovecharlas…
¿Por qué son tan importantes los coches para Antonio Carmona?
Pues porque me dan mucha vida en todos los sentidos. Ahora, por ejemplo, estoy viviendo en el campo. Desde que decidiera venirme, llevamos muchos meses ya aquí. Y aquí se necesita el coche.
¿Cuál fue su primer coche?
El primer dinero que gané cuando estaba con Ketama me lo gasté en un coche. Era un Simca 1200 con la carrocería ranchera (familiar). Lo tenía como si fuera oro puro porque en aquella época éramos muy poquitos los que teníamos coche…
¿En qué año fue esto aproximadamente?
Pues era cuando tocábamos en Candela (en Lapaviés), un lugar donde paraban todos los Flamencos. Tendría unos 25 años aproximadamente…
¿Y por qué un coche familiar… siendo tan joven?
Me lo compré ranchera porque empecé con la percusión y claro… necesitaba un buen maletero. Aquel Simca 1200 ranchera me daba la vida. Llevaba todo lo que se necesita para la percusión: cajones, hierros, platillos, la conga… Era el set que utilizaba para tocar con Pata Negra, con Camarón, Ketama, Rafael Riqueni…
¿Y qué pasó con ese coche?
Lo vendí después y me dio una pena enorme venderlo.
Muchas veces no nos damos cuenta pero los vehículos son fundamentales para los músicos, porque necesitan llevar los instrumentos y porque se tienen que recorrer media España de 'bolo en bolo'…
Así es… A mí siempre me gusta conducir. Incluso cuando salgo de bolos. Y salvo cuando acabamos tarde, que entonces la persona que trabaja conmigo es la que conduce, siempre prefiero conducir yo…
Muchas horas en el coche entonces…
Sí, la verdad es que te da tiempo a hablar de todo… Es, además, una de las cosas más satisfactorias que puedes hacer. A mí me gusta la playa, la cervecita fresquita y conducir… Son las tres cosas que más me gusta hacer…
¿Y se pone música en el coche? ¿Escucha la suya?
El coche me encanta para escuchar música, en los atascos, en los viajes… Para mí que suene bien en el coche es la prueba de fuego para un disco nuevo. Es una buena prueba para ver que la música suena bien, que presente un buen balance y no tengas que aumentar o quitar graves, agudos… Esto es clave para un músico cuando escuchas tu música. Por ello es muy importante tener un buen equipo de música en el coche y el del Citroën me gusta.
¿Le reconocen en el coche?
Sí, bastante. Incluso también ahora con las pintas que llevo, con el pelo largo, la barba… Llamo mucho la atención y sí me suelen reconocer, aunque ahora con la mascarilla es más difícil… (risas)
¿La música es de los sectores que más está afectando el coronavirus?
Los españoles, y todo el mundo, estamos pasando un momento malo. No es que sea raro, es que es un momento malo. En este tiempo y, sobre todo durante el confinamiento, me estaban continuamente llamando compañeros, técnicos, de luces, sonido… Me decían: "Antonio si sale algo lo hacemos, cualquier cosa, eh". Nosotros estamos al servicio de la música, pero sí la música no se consume y no podemos trabajar pues todo el entorno musical se cae…
¿Qué hemos aprendido con el coronavirus?
Esperamos que podamos aprender algo y que cuando pase esta cosa tan grande en el planeta, no solo cuidemos la cultura, sino a toda la gente que lo pasa mal, que lo necesita con esas colas del hambre tan impresionantes… El hambre afecta a muchas profesiones. Y la música es una de las más castigadas. La música necesita de público y sin público, pues olvídate….
¿Mantiene todavía la fe?
Es un momento malo pero yo sigo teniendo fe. Piensa que hace cuatro años estuve en coma y casi me voy para el otro barrio. Así que yo sí tengo y creo que podemos salir de todo.
¿Qué saca de positivo de todo esto?
Me parece que en España se ha unido mucho la familia. La gente se está refugiando ahora en los familiares. Lo veo con mis compañeros, cómo están ahí dando y arrimando el hombro. También ocurre en la música, y con los flamencos. A pesar de que los flamencos seamos un desastre. Pero cuando hay un compañero que se pone malo, que se pone enfermo… a ese compañero le hacemos un homenaje y vamos muchos del flamenco… Y lo poquito o mucho que se pueda recaudar pues es para que sigan hacia delante… Estoy deseando que el país se ponga bien.
¿Cómo lleva los diferentes confinamientos? ¿Dónde está viviendo?
Pues llevo ya ocho meses aquí, en Cádiz. Estoy en medio de una pedanía, en mi casa y aquí, voy a acabar hablando con el coco como en la película de náufrago (risas).
¿Pero están todos bien de salud, verdad?
Sí, aquí estamos seguros y estoy muy contento porque tengo mi familia con salud. Y esta es la mejor noticia que puedes tener ahora mismo…
¿Y cómo va de trabajo?
Aquí estamos haciendo mucha música. Tengo un estudio y estamos terminando el disco de Lucía Fernanda y el disco de Marina. Además, también hemos mezclado el disco de Rosario… Estamos haciendo una pila de cosas… Por lo menos estamos entretenidos… aunque no podamos lanzarnos a la carretera, pero sí podemos trabajar mucho aquí con nuestra música, en el estudio y esto es muy importante.
¿Cuándo podremos escuchar los nuevos discos?
El disco de Lucía Fernanda va a salir para el año que viene porque ya tiene como 12 o 14 temas. Lucía Fernanda es la pequeña. Y luego está mi hija mayor, que es Marina Carmona, que canta en francés y que con poquitas cosas sale hacia delante. Estoy con los discos de ellas y también estoy terminando mi disco, mis cositas…
¿Tendrá nuevo disco entonces?
Estoy trabajando con Rayito, el niño prodigio, ¿recuerdas? Ahora es productor, el productor número uno de España. Y estoy haciendo cositas muy bonitas. También estoy escribiendo con Benjamín Prado, que me parece que es un muy buen escritor… En definitiva, estamos entretenidos haciendo muchas cosas… Sin pausa, pero dándole cañita.
¿Qué le diría a las nuevas generaciones que se quieren dedicar a la música?
Pues utilizaré un símil con los coches… Les diría que hagan kilómetros. En la música hay que hacer kilómetros. Lo más importante en esta profesión es tocar en muchos sitios, lo importante es subirse a un escenario y que te guste. Yo llevo desde los 14 años tocando en los bares. Empecé en mi barrio, en Campamento y lo que hacía era tocar y tocar… Incluso al principio me decían que por qué lo hacía porque me costaba dinero… Pero para mí un escenario es lo máximo… En la música hay que ser serios, trabajar mucho y hacer kilómetros. Es lo más importante.
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