Hace unos días, Concha Velasco (80 años) concedía una entrevista en el programa de Bertín Osborne (65), Mi casa es la tuya. Una charla entre amigos en la que se departió sobre la vida y obra de la célebre dama de la escena. Sin embargo, en un momento dado de la conversación -tramo en el que Velasco reconocía su estado de soltería durante su primer embarazo-, el presentador le preguntó por la identidad del padre de su hijo Manuel Martínez Velasco, todo un misterio perpetuado en el tiempo. "A Manuel ya lo tenía cuando conocí a Paco Marsó. Y ya está. Hasta ahí te puedo contar", fueron, en esencia, las palabras de Velasco.
Lo que se desencadenó después en los medios fue un repetitivo y viejo fantasma acompañado del mismo interrogante, año tras año. Si no fue Paco Marsó el padre, ¿quién es? Ni Concha Velasco ni su propio hijo Manuel han querido entrar en mayores consideraciones durante estos años. Su respuesta siempre era la misma: Paco Marsó era el padre. No obstante, hace unos meses, finales de marzo, el hijo mayor de la intérprete reconoció que, efectivamente, su padre biológico no era Paco Marsó. Un revelador -cuando no liberador- descargue, aunque Paco siempre ejerció como padre, que es lo realmente importante.
Ahora, con motivo de la promoción teatral de La habitación de María, obra protagonizada por Concha y escrita por su propio hijo, JALEOS ha podido charlar con Manuel Martínez Velasco. Un hombre discreto, reservado con su vida privada, un loco fanático del cine. Manuel asume, y celebra con orgullo, ser hijo de una celebridad, pero en estas líneas se asoma el director de cine, el guionista, el realizador y el dramaturgo. Habla con deleite, amor y entrega de su profesión, casi tanto como de cualquier cuestión. Manuel es un hombre generoso, que respeta el trabajo de los periodistas, y su interés por las vidas privadas, pero que pide, con humildad, que el respeto, en según qué aspectos, sea mutuo, recíproco. De ida y vuelta. Puede presumir de haberlo conseguido.
¿Cómo es ser hijo de Concha Velasco?
Es un honor, y una responsabilidad. Un honor porque es la mejor actriz de España y muy querida, eso es un orgullo. Pero luego, una responsabilidad porque sabes que todo lo que haces tú lo van a mirar con lupa. Hay que seguir el legado de manera apropiada. Es mucha presión a veces, porque parece que están esperando que hagas algo espectacular, pero lo pones en la balanza y son más las ventajas que los inconvenientes.
Usted trabaja con su madre. Ahora, con 'La habitación de María'
Bueno, yo trabajo en muchas cosas, pero los proyectos que hago con mi madre tienen más repercusión. Tampoco hemos trabajado tanto juntos. Hemos encadenado las dos últimas obras de teatro, El Funeral y La habitación de María. Obviamente, es una suerte, es como si trabajas en Hollywood con Meryl Streep (71). Si haces una obra de Meryl va a tener más repercusión. Cuando surge la ocasión de trabajar con Concha, no me lo pienso dos veces.
Ha trabajado mucho en televisión
Yo he trabajado mucho en la tele, pero hablando de cine. He trabajado en un canal de Ono, en Non Stop People de Movistar. También en la radio, en Onda Madrid con Nieves Herrero (63). He salido mucho, pero hablando de cine, que es lo que me gusta. Pero salir en televisión hablando de mí y de la familia, no. No, porque tampoco creo que tenga una vida demasiado destacable para contarla.
Es muy reservado con su vida privada
A mí no me gusta salir porque soy muy prudente. Y muy tímido; con mi vida privada, muy reservado. No me gusta salir, pero no tengo problema en que me hagan todas las fotos del mundo porque se van a aburrir, no van a encontrar nada.
Es una familia respetada
Tenemos la suerte, porque mi madre es quien es, muy buena mujer y profesional, de llevarnos bien con toda la prensa y todos los periodistas. Al menos, lo intentamos. Yo intento llevarme bien con los que escriben sobre mí en sociedad y corazón. Si pasa un problema con mi madre, se sabe que cojo el teléfono a la primera y cuento las cosas como son. Sin misterios ninguno. Por eso, es ese cariño, y es recíproco. ¿De mí qué van a contar? Nada. Por eso es importante trabajar bien las relaciones con las personas.
El que no quiere, no sale
El que quiere salir, sale; y el que quiere estar en un segundo término, lo está. A mí me gusta más ser discreto y tener un perfil bajo.
Entonces, si le pregunto si está enamorado o tiene pareja, ¿qué me dice?
Esas son parcelas que a mí me gusta tener para mí.
¿Ser hijo de Concha le ha beneficiado?
Es un arma de doble filo. Evidentemente, tiene muchos privilegios ser hijo de una persona conocida, porque conoces a mucha gente. Lo que pasa es que en el mundo del cine los proyectos cuestan mucho dinero, y los empresarios, los productores, arriesgan su propio capital, por lo cual el ser hijo de alguien conocido da igual: si el proyecto no es bueno, no confían. Lo que vale es lo que vales tú.
Usted se lo ha trabajado mucho por su cuenta
Yo he sido siempre muy estudiante y muy hormiguita. He trabajado en mil festivales de cine. Cuando yo hablo de los estrenos de la semana quiero creer que no piensan que el que habla es hijo de Concha Velasco. Quiero creer que piensan que opina una persona que sabe de cine. He rodado mucha publicidad, y en eso no tiene nada que ver mi madre. Asumo las opiniones de todos, siempre que vengan desde el conocimiento.
¿Cuándo empezó a gustarle el cine?
Desde pequeño, siempre he sido muy cinéfilo. Cuando era pequeño, mi abuelo me llevó a ver El imperio contraataca. Soy de esa generación de los ochenta que somos unos enamorados del cine americano comercial. Tuve una infancia estupenda, todo mi amor por el cine se me correspondía porque me dejaban estar en casa alquilando películas de videoclubs una y otra vez. Mis abuelos me regalaron una cámara de cine, muy chiquitita, de ocho milímetros, y yo empecé a rodar cortos con mis amigos en el barrio. Y con mi hermano. A partir de ahí, tuve la suerte que me dejaron estudiar. Estudié Comunicación Audiovisual en la Europea de Madrid, y luego Dirección de cine en la ECAM. De ahí hasta hoy, haciendo lo que podemos. Siempre poniendo en marcha proyectos: unos salen, otros no.
"No quiero poner a mi padre en la palestra"
Se ha creado mucha polémica con respecto a su padre biológico
Agradezco mucho que se escriban las cosas tal cual son. Somos una familia, trabajamos de cara al público. Del 99 por ciento de las personas recibimos cariño, y eso intentamos transmitir nosotros. Ahora bien, somos una familia y tenemos nuestras cosas privadas y propias. Y gente a la que tenemos un cariño enorme que se merece el anonimato. Yo sé que en 2014 durante un photocall de la película Musarañas, que fui a cubrir en el preestreno, dije lo que dije, que Paco Marsó era mi padre biológico. Mira, él llevaba muerto poco tiempo, como unos tres años.
No era el momento ni el lugar
De repente, un periodista me preguntó por mi padre, me dijo que Marsó no era mi padre biológico y demás, y dije lo que dije: que sí lo era. Lo dije porque entonces había gente de la familia con la que yo todavía no había tenido una conversación, por las circunstancias que sean. Yo no podía dar cuatro titulares en ese momento.
Estaba todo demasiado reciente
Tengo la suerte de haber tenido dos padres, dos padres espectaculares. Porque Paco Marsó fue un padre estupendo, y cuando hablan mal de él pues me da mucha rabia porque creo que es gratuito, y porque no vas a caerle mejor a Concha Velasco por hacerlo.
Marsó ejerció de padre
Marsó fue un padre maravilloso, al que quise mucho. Fue muy bueno conmigo, con mi hermano y con todos sus amigos. ¿Que la relación con mi madre no fue idílica? Pues no. En 30 años tampoco todas las relaciones son maravillosas todos los días de tu vida. En aquel momento, en 2014, dije que si Paco no fuera mi padre no pasaría nada, porque no pasó nada: lo he querido igual, voy a seguir hablando bien de él y no voy a quitar una foto suya de mi casa.
Pero algo cambió con el tiempo...
A partir de ahí me dije que tenía que tener una conversación con algunas personas porque volvía a existir cierto runrún con el tema. Hablé, y por eso un día dije que sí; que en su día dije que Paco Marsó era mi padre, pero que tengo otro padre. Biológico, natural, como tú quieras. Que es un señor maravilloso, con el que tengo trato desde hace muchas décadas, ha estado siempre en nuestra vida. Tengo unos hermanos por parte de madre y por parte de padre, que son mis hermanos y, además, mis mejores amigos. Porque yo soy muy piña, como mi madre.
"Quiere estar en un perfil bajo"
Hay buena relación con su padre natural
Es un señor al que yo quiero mucho, pero no quiero que lo molesten porque es un señor mayor. Quiero que esté tranquilo en su casa, darle todo el cariño del mundo, el mismo que me da él, pero no quiero ponerlo en la palestra. Es un señor anónimo, quiero quererle mucho. Mi madre le quiere mucho, tenemos una relación preciosa. Todo es mucho más fácil y sencillo de lo que se cuenta. No es misterio, es que no me puede obligar nadie a decir quién es. Esto no es jugar. No tengo que decir quién es, por lealtad. He aprendido de él su cariño, su lealtad y sus ganas de estar en un perfil bajo. Sé que os gustaría saber el nombre de este hombre, pero no.
Los lazos de sangre no son tan importantes
Así es. Me encanta el programa de TVE, pero no creo en los lazos de sangre por encima de todas las cosas. Con mis hermanos me llevo bien, y son de sangre, pero con mis mejores amigos también me llevo bien. La gente de sangre son los del día a día. Me doy cuenta que tengo cosas de mi madre en el carácter, y en conversaciones con mi padre, que hablamos diariamente, me doy cuenta también que tengo un rasgo de personalidad propio de él.
Usted ha tenido dos padres
Hay gente que tiene la suerte de tener un padre que le quiere, y yo he tenido dos. Eso es un privilegio. Marsó era maravilloso, era un productor espectacular. Los grandísimos musicales que hizo Concha los hizo con él. Era el mejor con dinero y sin dinero. Era muy generoso con los suyos. Era muy bueno, pero la gente no lo conocía. Nos quedamos con el envoltorio casi siempre. Delante de mí, nadie va a hablar mal de él.
"Concha se retirará cuando quiera"
¿Cree que Velasco se retirará?
Te digo la verdad: se retirará cuando ella quiera. Mi madre hace teatro porque está tocada por un don divino. Es un genio del cine, aunque no se formó en ninguna escuela de interpretación. Lo tiene todo dentro. La vida de mi madre es el teatro. Nos estamos preocupando mucho ahora de las personas mayores, pero cuanto más solas están en casa, sin salir a la calle, con la inactividad, pierden vida, años de vida. Tienen que estar activas. ¿Por qué va a estar Concha en su casa cuando puede hacer cosas?
Todavía está activa
Siempre dentro de las limitaciones propias de la edad, claro. Si después de La Habitación de María quiere hacer otra cosa, lo va a hacer. Mientras que el público quiera, y ella tenga salud, lo hará. ¿No hace Woody Allen (84) una película al año y tiene ochenta y pico? No entenderé nunca eso de la retirada. Mi madre tiene la cabeza en su sitio, tiene una rapidez mental envidiable.
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