Desde primera hora de la tarde, Belén Esteban (46 años) avisó tanto a la audiencia, como a sus compañeros de Sálvame de que tenía que dar una noticia muy importante para ella. La colaboradora dibujó una sonrisa en su rostro al revelar la buena nueva, y es que ha conseguido vender la casa que perteneció a su exrepresentante: Toño Sanchís (45).
"Para mí es una alegría, quiero nombrar al que siempre ha estado a mi lado, que es mi marido. También quiero nombrar a mi madre, a mi niña y a mis hermanos por supuesto. Sé que los que me queréis os vais a poner muy contentos: ¡He vendido la casa!", así es cómo la madrileña hacía pública esta feliz noticia con la que pone punto y final a uno de los episodios más angustiosos que ha vivido en los últimos años.
"He vendido la casa y estoy liberada", añadía la de Paracuellos, que rápidamente era felicitada por todos sus compañeros de programa. "¿La habéis vendido bien?", ha preguntado Carlota Corredera (46) refiriéndose a el precio por el que se ha deshecho del inmueble. Cuestión ante la que Belén ha respondido de forma prudente pero clara: "Tanto mi marido y yo estamos muy contentos".
El proceso que ha tenido que afrontar Belén Esteban para quedarse la casa de Toño Sanchís, después de este perdiera un arduo proceso judicial en el que el juez estableció que le debía abonar una cifra que oscilaba los 600.000 euros, ha sido muy tedioso. Tiempo en el que, debido al impago, la tertuliana recurrió a embargar los bienes del mánager para ir zanjando la deuda. Una situación muy complicada que cesó cuando finalmente consiguió hacerse con la propiedad, aunque Sanchís la abandonó en condiciones calificadas como "lamentables" y que la popular colaboradora plasmó en una revista del corazón.
"Se arregló todo, me lo arregló el marido de mi amiga Tina, José, que se dedica a esto, y la verdad es que la quedé preciosa, las cosas como son", asentía Belén orgullosa, que reconocía haber tenido miedo por la complicada situación que afronta el mercado inmobiliario debido a la crisis por la Covid: "Yo pensé, 'a ver ahora para vender la casa dada las circunstancias...', pero he tenido muchísima suerte y estamos muy contentos todos".
Pese al gran alivio que siente por haber conseguido vender este inmueble, la tertuliana ha querido poner de manifiesto que Toño Sanchís aún le debe dinero. Una cantidad que aún no ha abonado y que se está retrasando a consecuencia de la problemática generada a consecuencia de la pandemia. "Este señor todavía me debe 357.000 euros, lo que pasa es que los juzgados con esto de la covid están muy parados", ha dicho la de Paracuellos, que ve como cada vez está más cerca de pasar página de una vez por todas del que ha sido uno de los capítulos más dolorosos de su vida.
Su gran aliado en los peores momentos
Mientras que Belén Esteban relataba la buena noticia, ha podido repetir hasta en tres ocasiones lo muy agradecida que está a la persona que comparte la vida con ella: su marido, Miguel Marcos (32). El conductor de ambulancias, se ha convertido en el bastón en el que la colaboradora se apoya cuando las cosas se ponen más complicadas, una persona que es imprescindible para ella y con el que dice estar muy feliz.
En junio de este año, la pareja cumplió un año de casados. Tiempo en el que han tenido que afrontar el reto de estar separados durante la pandemia por la covid, a consecuencia de que Miguel es sanitario y Belén es persona de riesgo debido a su diabetes. Toda una prueba de amor que parece haberlos unido más, y es que la tertuliana no cesa de insistir en que su mayor deseo es tener un hijo con el hombre que hoy ocupa su corazón.
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