El pasado mes de enero, María Teresa Campos (79 años) reconocía, convencida, en una entrevista que este 2020 iba a ser el año en que vendiese su casa de Molino de la Hoz, ese casoplón que se construyó en 2005 y que dispone de 1.615 metros cuadrados construidos en una parcela de 6.365. Unas dimensiones colosales a las que Teresa no puede hacer frente en la actualidad a nivel de gastos. Es por eso por lo que en 2017 la puso a la venta para irse a vivir más cerca de sus hijas, como era su intención.
Ahí, sin saberlo ella, comenzó su 'calvario'. Tres años de intentos baldíos, esa casa se ha convertido en su peor pesadilla. Han sido varias las intentonas de venta, e incluso se ha rebajado, in extremis, el precio de salida varias veces -eso sí, Campos tiene claro que de tres millones de euros no baja-, pero nada. La casa sigue sin venderse. Este año parecía el suyo. De hecho, María Teresa ha estado a punto de desprenderse, por fin, de ese mausoleo. Pero en esta ocasión tampoco ha podido ser. Antes de la pandemia de la Covid-19, la malagueña encontró un comprador interesado, como ha podido confirmar JALEOS.
Esa persona se desplazó a casa de Teresa tras fructíferas conversaciones previas, quedó encantada con las instalaciones; todo parecía fluir. Esta vez, sí, se dijo Teresa. Por eso, fue ella quien ordenó a la inmobiliaria que retirase el cartel de 'se vende'. Lo pidió de forma discreta porque entendía que así tenía que hacerse, sin revuelos mediáticos. En los días venideros, María Teresa, acompañada de su hija Carmen Borrego (53), iba a formalizar la venta, con documento y entrega de llaves mediante. Con día y hora fechada, todo se truncó por el Estado de Alarma que se decretó en España.
Todo quedaba en stand by. Teresa, supersticiosa como es, se vino un poco abajo, como se asegura a este medio. No se esperaba la situación. Su entorno le hizo ver que nada tenía por qué cambiar, que todo seguiría igual. Y Campos intentó hacer vida normal. No obstante, en pleno verano, se produjo una llamada que hizo que todo se viniese abajo. El comprador argumentó las razones por las que no se podía quedar con la casa. Las prioridades habían cambiado. Se echaba, de momento, para atrás. No son tiempos para invertir, es muy arriesgado.
Otro comprador que se echa para atrás, otra desilusión. Otra vez a empezar de nuevo. Aseguran que Teresa ya ha perdido la esperanza, aunque sus hijas la animan. No todo está perdido. Este fin de semana el cartel de 'se vende' volvía a colgarse en la web de la inmobiliaria. Su precio, el mismo de antes: 3,1 millones de euros. Este periódico se ha puesto en contacto con Teresa Campos, quien no ha querido pronunciarse al respecto. No quiere hablar de eso. Con lo que sí se muestra pletórica y exultante es con su programa Enredados por María Teresa Campos, en YouTube. Tal y como este medio aseguraba hace unos días, el espacio regresa este jueves, y lo hace con importantes novedades. En conversación con el periódico, Teresa amplía la información: "Esta semana volvemos con el apoyo de una importante empresa internacional que ha querido colaborar con nosotros, así que espero tener muchas cosas en el futuro inmediato". Cuenta su entorno que en estos días tan convulsos a nivel mediático tras sus palabras sobre Rocío Carrasco (43) en Hormigas Blancas, Teresa solo encuentra consuelo y solaz en el ámbito profesional.
Las novedades de su programa
Enredados por María Teresa Campos es el proyecto más ilusionante de la nueva y renovada Teresa. Una fuente deslizaba hace unos días más detalles de lo que su admirado público, los suscriptores, podrán ver. Se trata de sorprendentes e importantes novedades. Se contaba que uno de los aspectos que cambiará será el perfil de los invitados. María Teresa pretende darle a su programa "otro enfoque y se modificarán cosas en la estructura del mismo", además de elegir a rostros populares,pero "más alejados de la televisión".
Cabe recordar que a la malagueña siempre le ha gustado comentar, opinar e informar sobre política y crear debate y tertulia social: "En un momento como el que estamos, ella entiende que es necesario hablar de política y de cosas más rigurosas". Esto no quiere decir que secciones como la de su gran amiga Meli Camacho, de belleza y hábitos saludables, vayan a desaparecer, nada que ver: "Meli continuará como hasta ahora, lo que hará el programa será cambiar otros aspectos, mejorarlos". Termina el informante asegurando que la suerte de plató donde se graba -en casa de Teresa-también sufrirá cambios: "Se buscarán nuevos escenarios y habrá más inversión en la escenografía". Así, Teresa Campos vuelve... y por la puerta grande.
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