Fue el pasado 29 de julio, por la noche, cuando se produjo la última aparición pública de Alejandra Rubio (20 años). La hija de Terelu Campos (54) ejerció su trabajo de colaboradora en Animales nocturnos, en la última emisión del programa de Cristina Tárrega (53), que fue eliminado de la parrilla tras solo tres noches en antena.
En esa misma fecha se acababa de confirmar, por parte de la propia protagonista, que Alejandra había decidido retomar la relación sentimental junto a su ex, Álvaro Lobo. Pese a que su ruptura en el mes de febrero fue muy sonada y ella insinuó actitudes muy desagradables por parte del Dj, cinco meses después se han dado una segunda oportunidad.
A finales de julio, Alejandra acudió el domingo 26 al plató de Viva la vida donde colabora y confirmó la recuperación de su noviazgo con Lobo luciendo una sonrisa pícara en la cara. Y desde entonces su rostro solo se ha podido ver en las redes sociales y de manera muy puntual.
La joven lleva más de 20 días desaparecida de la vida mediática. Pero no solo eso. También ha dejado de lado su vida social; y es que las salidas con amigos, en terrazas o clubs, a los que tenía acostumbrados a los fotógrafos de la prensa, han desaparecido por completo.
La más joven del clan Campos lleva casi tres semanas encerrada en casa, en una especie de cautiverio elegido. En un principio, cuando con el pasar de los días no existían fotos ni apariciones de Alejandra, comenzó a rumorearse que la hija de Terelu estaría en cuarentena rigurosa tras contagiarse de coronavirus. Esta teoría explicaría por qué se ha visto en varias ocasiones a Carmen Borrego (53), y al marido de ésta, José Carlos Bernal, llevándole la compra a casa de su sobrina.
Además, las dos semanas que han transcurrido para poder ver por primera vez a la joven fuera de casa avalarían este rumor. Sin embargo, la colaboradora se mostraba misteriosa al toparse con los periodistas a la entrada de un centro médico de análisis clínico el pasado lunes 10 de agosto. "No voy a decir nada", decía Alejandra, e insistía: "Hoy no es buen día".
Cinco días después de estas declaraciones, la joven volvía al hospital y se volvía a encontrar con los micrófonos y con la misma pregunta sobre su misterioso cautiverio:"He estado de vacaciones". Y no quiso dar más explicaciones al respecto.
Y es que resulta extraño que afirme haber disfrutado de unas vacaciones durante estos 20 días cuando lo único que ha hecho es estar en casa encerrada a cal y canto. Más aún, sabiendo que en una de sus semanas libres en julio, voló a Ibiza con su ex amigo especial, Tassio de la Vega, para gozar de unas auténticas vacaciones.
En estas semanas, la joven solo se ha dedicado a subir Stories de publicaciones con frases filosóficas, compartir canciones con mensajes claros y selfies sola o acompañada de su novio actual, Álvaro Lobo. Una actitud que ha extrañado a sus acérrimos fans, que están habituados a verla rodeada de amigos, en la calle y mostrando sus looks. Pero ahora lo único que ha enseñado es sus días en pijama y jugando con los filtros de Instagram.
No obstante, es verdad que no se ha separado de su pareja, pues es de los pocos que la ha visitado en casa estos días. De ahí que Alejandra asegurara en su reciente salida que con Lobo "está todo fenomenal, muy bien, la verdad".
Será cuestión de días que la joven colaboradora reaparezca en televisión, en su silla de Viva la vida, y cuente toda la verdad sobre su polémica desaparición de los medios estas 20 jornadas atrás. ¿Coronavirus, vacaciones en la sombra, desconexión en pareja? Hagan sus apuestas.
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