Juan Avellaneda (37 años) es un gentelman de la costura con los pies en la tierra. Ha encumbrado el pijama a la alta costura, ha conseguido que un esmoquin pueda lucirse con unas sencillas esparteñas y ha sabido, en plena pandemia, cómo no perder músculo creativo: presenta su primera colección y diseño de joyas. "Hay que potenciar el cuerpo, no dinamitarlo", ha advertido el diseñador este jueves durante una entrevista, en la que afirma que "no todo le queda bien a los delgados" y asegura que, como creador, no puede olvidar su experiencia "como consumidor".
El diseñador catalán ha aprovechado el tiempo de pandemia para crear e ir más allá del diseño de moda al presentar también su primera colección de joyas. Define el panorama actual de la moda como "oscuro, complicado" y advierte de que España es un referente en artesanía pero que "no hay apoyos". "Parece que solo vivimos del turismo", se lamenta, aunque bien reconoce que, "por suerte, la gente está apoyando el comercio local y los diseños especiales".
Él, que ha presentado sus diseños en la semana de la moda masculina de París, apuesta por colecciones cápsulas: "No puedes competir con grandes como Dior o Vuitton". Respaldados estos por grandes emporios económicos. Pese a las circunstancias, ha conseguido sacar adelante su colección, que vende a través de la web, haciéndola más accesible, y asegura que "no va nada mal", porque mantiene un compromiso. "Los patrones evolucionan, pero la base no varía", sostiene, una manera de que el cliente se sienta seguro en compras sucesivas pidiendo la misma talla. "Solo la primera venta es la más difícil", apostilla.
Ha conseguido hacer prototipos en "menos tiempo", con todas las medidas de seguridad necesarias a pesar de que conseguir los tejidos ha sido el apartado más complicado: "Me ha dado tiempo a analizar el negocio, a dar al cliente lo que más le gusta, a personalizar piezas".
Además, ha dado el salto y se ha decidido a diseñar joyas. "Me apetecía que la marca tuviera algo más accesible", piezas para combinar en cualquier momento del día con la ventaja de que una joya es "difícil" que canse y además "no encoje", comenta divertido. Reconoce que ha hecho suya una frase de Isabel Preysler (69) que le trasladó su hija Tamara Falcó (38), su gran descubrimiento y "amiga para siempre" desde que se conocieron en el programa MasterChef Celebrity 4: "Los negocios son negocios, con una estrategia, un plan de ventas... De lo contrario, es un hobby".
Juan y su 'guerra' con Pelayo Díaz
En septiembre de 2019 saltaba la noticia de que Juan Avellaneda y Pelayo Díaz (34) no tenían precisamente felling durante la grabación de Cámbiame, el programa de Telecinco en el que participaron. Respondiendo a la pregunta de si se atrevería a participar en algún reality en compañía, Avellaneda respondió: "Yo creo que con algún compañero de Cámbiame que no me llevo demasiado bien, me daría un poquito más de pereza ir".
Y cuando el nombre de Pelayo sale, él no lo niega: "No hay mucha relación, pero sí que es verdad que no hay feeling. Yo me llevo estupendamente con él, tengo buen rollo con él pero si es verdad que no hay feeling. Pues, oye, no hay feeling, no pasa nada". Días después, Pelayo respondía, diplomático: "Es que Cámbiame terminó hace dos años. Yo he seguido evolucionando, tengo un montón de proyectos. Estoy muy contento, estoy feliz, casado con un hombre maravilloso... Es eso de lo que hay que hablar. De lo demás, no merece la pena. Que les vaya muy bien a todos".
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