Un año. 365 días han pasado desde aquel fatídico 1 de junio en el que el futbolista José Antonio Reyes perdía la vida a los 35 años en un accidente de tráfico que también se llevó por delante la existencia de su primo pequeño, Jonathan, de 23; y provocó el ingreso hospitalario durante más de dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos de Juan Manuel Calderón, otro de sus primos: el único superviviente del siniestro.
Ese viaje en coche que los tres hacían juntos desde Badajoz tenía como destino Utrera, la ciudad natal del deportista. Y más concretamente su casa, donde vivían su mujer, Noelia López (34), y sus dos hijas, Noelia (7), la mayor, y Triana (2), la pequeña, a las que iba a sorprender con una visita inesperada. "El de las sorpresas", lo llamaban los suyos. "Cuando jugaba en China, un día se encajó en Sevilla sin que nadie lo esperara ni lo supiera. Aquello fue, imagínate... Lo más grande", comenta a JALEOS una persona de su entorno que lo quería bien.
Pero lo que José Antonio Reyes pretendía que fuera una alegría para su esposa y sus pequeñas aquella maldita mañana del primero de junio, terminó tornándose en una tragedia de la que todavía hoy su viuda no se ha recuperado. Este periódico ha contactado con un íntimo amigo del crack del balompié que ha preferido salvaguardar su anonimato por respeto a la figura del "héroe" al que admiró.
Noelia López está destrozada y no supera todavía que el hombre de su vida se haya ido para siempre. El pilar fundamental de su familia, el sustento emotivo de su hogar, el padre de sus dos únicas hijas, la persona por la que dejó todo. "Ella no está bien, todo esto la ha dejado muy tocada. Lo echa mucho de menos, lo quiere mucho y por supuesto no ha rehecho su vida ni ha conocido a otros hombres. La gente que la sigue en redes sociales ha visto cómo lleva todo el año compartiendo solamente recuerdos de él y con él. Ni un selfie sola", declara.
Pero, ¿cómo ha cambiado la vida de la joven jiennense desde la muerte de su marido? Otras fuentes interpeladas por este diario confirman que Noelia se ha desvinculado de toda la familia de Reyes. "De Noelia sabemos muy poco porque ella se fue de Utrera. Pero sí que es verdad que se sabe que ella no tiene contacto con la familia de él. Ahí han pasado cosas que ellos sabrán, pero bueno... no te puedo decir mucho más. Ya sabes que cuando falta el capitán, se hunde el barco entero", señalan.
Noelia López estaba vagando sin rumbo en una ciudad que no era la suya y en un ambiente que le recordaba constantemente la presencia de José Antonio, las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Por ello en el mes de diciembre, en vísperas de Navidad y aprovechando las vacaciones de sus dos hijas, decidió romper con todo y mudarse a la provincia de Jaén, su tierra, el lugar donde están sus padres, Antonio López y Juana Muñoz: sus dos grandes apoyos en este gran golpe que la vida le asestó hace ya un año.
Sus dos hijas empezaron a ir a un colegio y se han adaptado a la perfección a su nuevo entorno. Ahora, como el resto de niños de España y de gran parte del mundo, se encuentran en casa por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Quienes la conocen hablan de Noelia como una mujer inteligente, inquieta, con ganas de aprender y de seguir formándose. Por ello, no es de extrañar que haya tomado la decisión de retomar sus estudios universitarios el próximo mes de septiembre.
Gran pero triste historia de amor
En mayo del año 2011, Noelia López conoció a José Antonio Reyes y su destino cambiaría por completo y para siempre. Debido a los continuos movimientos de equipo de su pareja, la joven decidió abandonar su carrera profesional y centrarse en el amor de su vida, con quien se casó el 17 de junio de 2017 y con quien formó su propia estirpe. Ocho años y un mes más tarde, la suerte -o siendo más precisos, la mala suerte- le jugaría la peor de las pasadas.
Reyes, quien fuera estrella del Real Madrid, el Arsenal o el Sevilla FC, circulaba con su propio coche -como mínimo- a 187 kilómetros por hora por la carretera A-376 cerca de Utrera -Sevilla- cuando la rueda trasera izquierda de su Mercedes S550 Brabus reventó. El deportista intentó controlar el bólido en ese momento pero dada la gran velocidad a la que conducía, no pudo hacer nada para evitar que el vehículo se saliera de la carretera.
Según consta en el informe pericial que llegó al juzgado de Alcalá de Guadaira, el que investigaba los hechos, el deportivo de alta gama de Reyes volcó y se incendió a unos 200 metros de la carretera. Él murió en el acto. Y con su partida, se llevó el alma de su esposa, todavía hoy rota de dolor.
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