Samantha Vallejo-Nágera (50 años) está pasando el confinamiento en Pedraza, un pequeñito pueblo de Segovia que cuenta en la actualidad, según la propia chef, con apenas 80 habitantes. Allí, los Vallejo-Nágera disponen de una masía familiar que, antes del estado de alarma, visitaban todos los fines de semana. Precisamente, allí les pilló el confinamiento a todos, y allí siguen. Ni más ni menos que 23 personas entre padres, hijos, hermanos y sobrinos.
Samantha es una mujer muy familiar y esta cuarentena la está disfrutando al máximo, ya que reconoce a JALEOS que nunca antes había podido estar tanto tiempo con los suyos y con sus hijos. La jurado de MasterChef atiende a este periódico desde este enclave segoviano y charla sobre la familia, los proyectos profesionales, las críticas a las que se enfrenta en las redes sociales y opina sin filtro sobre cómo ve el confinamiento en los pueblos y la gestión del Gobierno ante esta crisis sin parangón. Acaba de regresar a las grabaciones del programa culinario de TVE, todo un respiro para alguien tan inquieto.
Eso sí, aclara rápidamente que se está grabando, como no podía ser de otro modo, con todas las medidas de prevención e higiene. Hay que puntualizarlo para acallar voces. Ella bien lo sabe. Vallejo-Nágera ha aprendido a vivir por encima de los que vociferan en las redes y sabe reinventarse como nadie. Explica orgullosa al otro lado de la línea el proyecto que está llevando a cabo: trabajar y facturar online con lo que mejor sabe hacer, cocinar. Da clases a través de Zoom tanto a particulares como a empresas. Comienza la entrevista lavándose las manos porque ha estado trajinando en el jardín.
¿Cómo está viviendo el confinamiento?
Respetándolo como toca. Yo sí que me he movido un poquito, pero, vamos, por la zona, en Segovia. He estado haciendo unas fotos con una fotógrafa que está aquí al lado, con la que trabajo, que también está confinada. Trabajamos con la distancia de seguridad pertinente.
¿Todo esto dónde le pilló?
En Pedraza, en Segovia, en el campo. En nuestra casa de campo. Nosotros estábamos aquí, como todos los fines de semana del año, cuando se decretó el estado de alarma. Y como nos pilló aquí, ¿para qué vamos a volver a Madrid? La gente en las redes sociales me criticó diciéndome que tendría que haber vuelto a Madrid, pero, ¿para qué? Me encanta la gente porque todo el mundo tiene que opinar. Me quedé y no me movilicé, que es lo que hay que hacer.
¿Cuántas personas viven con usted?
Estamos viviendo 23 personas. Como todos los fines de semana, estamos con mi madre, la gran jefa, mi marido... Mira, nada más que mi familia somos siete. También está la persona que me ayuda con Roscón, porque yo trabajo mucho. Mis hermanos, los hijos de mis hermanos...
¿Cómo se gestiona todo con tanta gente?
23 personas, que se dice pronto, pero luego para gestionar la comida, la logística... Es toda una odisea, pero la verdad es que nos hemos acostumbrado y nos hemos organizado. Mi madre y yo organizamos los menús, la compra, la comida... Además, estamos aprovechando para ver proveedores nuevos... Yo siempre he estado muy a favor del producto nacional y ahora más. Hay que apoyarlo. Me están mandando un montón de productos, gente con la que yo tengo relación, de la Rioja... Hoy me han mandado unos espárragos de Navarra increíbles, unos tomates de Almería... Estamos cocinando cien por cien español.
En su Instagram se ve que hace mucho deporte...
Como el confinamiento ha sido largo y tampoco tenemos tanta movilidad, intento todos los días, por lo menos, hacer un mínimo de 15-20 minutos. Hago como 150 abdominales. También intento hacer otros ejercicios; un día hago yoga, otro día boxeo... También, con los niños hago como si fuera la profesora de gimnasia del colegio, hago pesas...
¿Cómo está viviendo Roscón este confinamiento?
Roscón está encantado con el confinamiento. Es una persona súper familiar, que le gusta mucho la rutina y el orden... Y esto de no tener que salir y estar en casa, comiendo, con sus primos... Es un planazo y él está encantado. Yo quiero ser Roscón muchas veces, es tal la felicidad que tiene siempre que es una maravilla. Los niños de adaptan a lo que hay.
¿Está disfrutando más de sus hijos?
La verdad es que yo suelo estar poco en casa y ahora estoy disfrutando mucho. Vemos pelis juntos, hacemos muchos planes. Yo hago mucha vida con mis hijos. Nunca había estado como ahora un mes y medio con ellos full time.
"Reactivar la economía será dramático"
¿Cómo valora la gestión del Gobierno con el Covid-19?
Estoy destrozada por las muertes, por lo que está pasando. Me solidarizo con toda la gente que ha muerto, que lo está pasando mal. Creo que se podría haber hecho mucho mejor. No es que lo diga yo, es que lo vemos todos. Podríamos haber sido muchísimo más precavidos, se podría haber hecho mejor y es una pena porque se ha cobrado en vidas. Y la gestión, pues, ¿qué te voy a contar?
¿Tiene miedo por el futuro?
Lo que viene ahora es duro, porque hay que reactivar la economía, que eso va a ser dramático. No sabemos las ayudas que vendrán para que todos podamos sobrevivir. Si no nos dejan hacer eventos y no podemos hacer nada...
¿Cómo ve que los niños ya puedan salir a la calle?
Yo estoy en el campo y aquí todo es diferente. Yo creo que los niños tienen que salir, que hay quienes viven en casas muy pequeñas. Hay tantas restricciones... Yo pondría un poco de sentido común. Usted es papá y está en el campo, ¿por qué va a sacar a su hijo solo una hora y no cuatro? ¡Si estamos en un pueblo! Que dejen a los niños de los pueblos salir, porque en el campo se puede estar. Que dejen a la gente mayor que está encerrada en su casa, y desesperada, que visite su huerto. Me parece ridículo que tengan que ir solo una hora al día.
Claro, en las ciudades es diferente, ¿no?
En las ciudades entiendo que es más complicado, que el virus está más presente. Yo haría distinción entre las cosas del campo y las ciudades. Es fundamental el sentido común. Mira, yo a partir de este pasado lunes estoy haciendo vida normal, pero con sentido común. Me monto en el coche, me lavo las manos, me pongo un impermeable para subir al coche, luego me lo quito... Pero creo que no sirve para nada encerrar a la gente. Llevo un mes y pico aquí y no entiendo por qué no puedo salir al campo estando en un pueblo de 80 habitantes. En zonas pequeñas la gente podría hacer su vida más normal.
Además del programa, ¿en qué invierte su tiempo ahora?
Ha nacido un trabajo nuevo que es trabajar online, pero también facturar online. Hacer clases de cocina online para grupos de personas. Es una gozada. Muchas empresas me lo están pidiendo en plan 'necesito a una persona online para los trabajadores que están trabajando en casa'. La gente está en su casa con su familia y están cocinando contigo. Es un negocio que funciona muy bien. Lo estoy haciendo para marcas comerciales, pero también lo hago a nivel privado con Zoom para empresas. Es una nueva línea de negocio, hay que reinventarse.
"A quien no hace nada, le zurro"
¿Qué balance me hace de 'MasterChef 8'?
Una edición diferente, una edición especial... Después de ocho años, la gente viene súper preparada, se conocen las pruebas. Nosotros también estamos más preparados. Con un equipo de gente de la productora que yo no sé cómo hacen para inventarse cosas siempre, cosas más complicadas y más divertidas. El casting que tenemos es espectacular. El secreto del éxito está en el casting, en exteriores, en las pruebas de cocina, los invitados...
Se ha creado mucha polémica con que retomen las grabaciones en pleno confinamiento...
Todo el mundo tiene que criticar ahora. Yo estoy encantada con la grabación. Se van a respetar todas las medidas. Nos han mandado siete hojas en las que pone todo lo que tenemos que hacer. Vamos a hacernos pruebas, tendremos guantes, mascarillas, la distancia de seguridad... Se va a grabar de otra manera, pero se tiene que seguir grabando. ¿Qué más da grabar ahora o dentro de una semana? Hoy en día opina demasiada gente.
Siempre se critica que tengan que cocinar con animales, ¿qué tiene que decir?
Qué pesados, la gente es muy pesada. Da igual. Quedémonos con el hecho de que es un programa que ilusiona a la gente. La gente nos da las gracias por cocinar, porque están confinados. 'Te queremos, cómo lo pasamos el lunes', me dicen. El cariño que tiene el pueblo español hacia nosotros es lo que nos llevamos. No nos hace falta más. La gente sabe de cocina más que antes y los niños de ocho años saben más de cocina que sus madres.
¿Se considera un personaje? Mira que tiene mala uva a veces con los concursantes...
No me considero un personaje. Soy Samantha, la de Masterchef, y es verdad que voy más elegante y peripuesta de lo que soy yo en realidad, que soy mucho más casual, pero la personalidad la tengo. Soy muy exigente, ahí estoy exigiendo, pero es que en mi catering también exijo. Estoy trabajando y el personaje de Samantha soy yo. A quien no hace nada le zurro y me quedo tan ancha.
Usted dice las cosas como las piensa, ¿no?
Y me encanta decírselo a la cara. Por ejemplo, en el día a día viene alguien con un arroz, te dice que es el mejor del mundo, lo pruebas y no te gusta. Y le mientes, siempre se miente. ¿Tú sabes la maravilla que es decirle a uno a la cara lo repugnante que es lo que ha hecho? Es un lujo. Soy didáctica, yo les hablo así para que aprender y evolucionen. Además, es entretenimiento.
Sorprendió el fichaje de la hermana de Javier Bardem y su pronta salida...
Yo creo que es muy tímida. De repente se dijo 'qué hago yo aquí' y no se soltó. Hay que soltarse, hay que mandar, hay que dirigir. Es un programa y tú no te puedes achantar ante las cámaras. No hizo nada, luego metió la pata en una cosa de cocina... Se tomó la decisión porque ella no estaba a la altura de otros.
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