Llegó la gran noche de Cristina Pedroche (31 años). Y esta vez ha superado cualquier expectativa. Ya lo decía Josie, su estilista, "me gusta pensar que los extraterrestres van a vernos también y ellos han de vibrar tanto como nosotros con este estilismo". Y así ha sido. Un vestido que nada tiene de vestido pero tiene "mucho de moda", como también desveló la propia presentadora en la presentación de su figura en el Museo de Cera. Y precisamente Pedroche se ha vestido nada menos que de escultura. Marcando busto y trasero con pan de oro sobre fibra de vidrio reciclado.
A las 23:39 horas aparecían en pantalla Alberto Chicote (50) y Pedroche dispuestos a pasar 21 minutos de reivindicaciones, deseos y publicidad para dar la bienvenida al 2020. Ella se mostraba con su habitual capa encargada de esconder siempre su esperado estilismo. Este año se ha tratado de una especie de túnica abrigada en color negro, con guantes largos de cuero y que dejaba intuir en su cuello un detalle dorado que auguraba un diseño futurista.
Lo más claro era su peinado. Un moño repleto de trenzas de raíz que despejaban su rostro al máximo. Así se podía ver claramente su maquillaje de noche, sombra de ojos ahumados en negro y dorado y labios rojos de su propia marca de cosméticos.
A las 23:57 horas llegaba el momento. Cristina Pedroche se quitaba la capa y dejaba ver su 'escultural' cuerpo. Nunca mejor dicho. "Se trata de una escultura del artista Jacinto de Manuel. Hecho artesanalmente con pan de oro reciclado y al que su creador ha llamado 'Venus MMXX'". Vuelve a hacer una oda al cambio climático y a la necesidad de concienciación, mientras desde el balcón de la Puerta del Sol gritaba a los presentes: "Sí, soy una estatua de Oscar".
Hasta minutos antes de las doce de la noche de este 31 de diciembre de 2019 lo único que se conocía del especial diseño era que "bebía de civilizaciones pasadas, lejanas y a la vez futuras", que era "fino y elegante" y era un sueño hecho realidad de los artífices de la Nochevieja más vista, Josie y Pedroche: "Era una obsesión que tuve y que desde el minuto cero he compartido con una de las mujeres más valientes que conozco: ¡Cristina Pedroche! Cuando lo hicimos nuestro me puse a luchar contra viento y marea para que un/una tercero/a en discordia compartiese ese sueño y lo hiciese con sus manos y su alma realidad y eso es lo que vais a ver: una obsesión compartida y materializada en la reina de la Nochevieja".
Su mensaje alto y claro para este año tampoco ha faltado. Ha querido reivindicar el amor a uno mismo, la necesidad de cuidar el medio ambiente y la lucha contra la violencia de género: "Quiero cuidarme este año, queriéndome más y mejor a mí misma. Tener un amor sano. También quiero hablar de la emergencia climática, no hay excusas para no reciclar, hoy mismo. Y un año más alzar mi voz contra la violencia de género".
Y ya van seis
No hay año que falle. Todas las miradas están puestas sobre la vallecana cada Fin de Año, porque nadie como ella sabe mantener la intriga acerca de su traje en su ya imprescindible presencia cada año en el balcón con más curiosos del kilómetro cero español.
Este 2019 era el sexto pero todo comenzó de forma inesperada en 2014. La presentadora debutaba ante la Puerta del Sol junto a Frank Blanco (44) para retransmitir las Campanadas para LaSexta. Para la especial fecha optó por un vestido de Charo Ruiz en color negro completamente transparente con encaje que cubría lo justo y dejaba ver por completo su ropa interior. Ahí y así se encendió la mecha de la polémica y del debate constante en redes.
Tras las altas audiencias, pasaron a Pedroche a Antena 3 a ser protagonista de la Nochevieja junto a Carlos Sobera (59). En su segundo año apostó por Pronovias y por un diseño muy elaborado con 20.300 cristales incrustados y 350 horas de trabajo.
Siguió confiando en la firma nupcial para el tercer año pero de una forma renovada. Esta vez, y desde entonces, es Alberto Chicote el testigo principal de sus estilismos esa noche. Cristina se vistió con un corsé de escote corazón en terciopelo azul noche con una falda de tul del mismo del mismo color con degradé de cristal de bohemia y tiras brillantes que acababan en forma de estrella.
En 2017 no paró de hablar de su "vestido", pero luego resultó ser un mono. Encaje, chantilly y más de 200 cristales bordados también firmado por Pronovias. Pero para el 31 de diciembre de 2018 llegó la revolución. Optó por las manos del equipo de Tot Hom y se enfundó un diseño que Pedroche catalogó de "hada del bosque" y que estaba inspirado en una icónica pieza de Yves Saint Laurent de 1999, que rendía homenaje al medio ambiente. Sin embargo, para el resto del mundo era "un bikini floral".
[Más información: De las transparencias al bikini: los polémicos vestidos de Pedroche en las Campanadas]