Este martes en Gran Hermano DÚO Límite 48 horas Sofía Suescun (22 años) ha protagonizado uno de los momentos más desgarradores y emotivos de la edición al dibujar la curva de su vida, una sección en la que el concursante traza las líneas de sus mejores y peores momentos. Sin embargo, nada hacía presagiar que la de Pamplona iba a romperse como lo ha hecho al rememorar su infancia. En concreto, ha viajado en el tiempo a sus seis años, momento en el que vivió una de las escenas más duras y despiadadas de su vida, como ha desvelado ella misma. 

"Cuando tenía seis años se separaron mis padres y tengo en mi cerebro dos imágenes muy duras y muy fuertes que pueden explicar perfectamente mis carencias a día de hoy", ha comenzado narrando la expareja de Alejandro Albalá (24). En ese momento, y ante la pregunta de Jorge Javier Vázquez (48) acerca de si quería compartir con la audiencia tamaño momento, Suescun se ha desnudado: "La imagen más dura para mí fue cuando tenía cinco o seis años. Un día mi madre y mi padre discuten y yo veo perfectamente cómo mi madre se arrastra por el suelo. Entonces, él me tiró fuera de la casa".

Rota de dolor y casi convulsionando de la emoción, Sofía se ha armado de valor: "Si ese señor me está escuchando, que se joda. Mi madre estuvo a punto de morir ese día". Tras semejante pasaje -que Maite Galdeano ha vivido en directo desde el plató de Telecinco- la experta en realities ha reflexionado: "Por ese momento tan duro creo que tengo esa unión con mi madre. Se creó un vínculo muy grande. Desde ese momento dejé de ver a ese señor cuando me llevaron a un centro de mujeres maltratadas con mi madre".

No obstante, la felicidad no había llegado del todo para la pequeña Sofía: "Con el tiempo, un juez me obligó a ver a esta persona y muchas de mis actitudes actuales ahí tienen su razón de ser. Para mí esos momentos eran horrorosos". Sea como fuere, el paso de los años colocó las cosas en su sitio: "Fue duro, mi madre tuvo que empezar de cero. Que quede claro que no me lo estoy inventado, me da igual que me escuche ese señor". Su madre, Maite, tras volver la conexión con el plató del Límite 48 horas se ha deshecho en halagos hacia su hija: "Ha sido un relato muy real. Recuerdo que mi marido y yo cobrábamos muy bien y tuve que poner los contadores a cero cuando me divorcié. Yo me escondía debajo de la cama de mi hija a las tres de la mañana cuando ese hombre me zumbaba". Eso sí, en todo momento en el relato de Galdeano ha habido un halo positivo: "Se puede salir y se puede renovar la vida". 

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