Conmoción en las redes sociales por el último vídeo que Miguel Bosé (62 años) ha publicado en su cuenta oficial de Instagram. Con un mensaje simple, escueto y directo, el cantante desea "para todos un espléndido 2019". Pero sus palabras se han posicionado automáticamente en un segundo plano dejando el protagonismo a una apariencia física bastante inusual: un aspecto demacrado, una mirada triste y una voz quebrada. Prácticamente rota.
"Que venga lo mejor de lo mejor para este 2019", firma el cantante bajo un vídeo de apenas unos 15 segundos que ya tiene más de 70.000 reproducciones y más de 1.300 comentarios. Entre los destacados, los que desvelan preocupación y se preguntan qué le pasa a la estrella de la música. Si bien es cierto, Miguel Bosé ha cerrado un año 2018 tremendamente complicado en lo referido a su ámbito personal. Su familia, compuesta por su exmarido Nacho Palau y sus cuatro hijos -Diego, Tadeo, Ivo y Telmo- se rompía hace unos meses de forma abrupta y con controversia añadida.
Quien fuera su pareja durante 26 años no solo lo demandaba sino que además, con esta acción judicial, desvelaba su relación con el cantante, quien jamás antes había realizado declaraciones respeto a su orientación sexual. La actual situación por la que atraviesa, manchado de polémica y con varios pleitos judiciales por resolver, son precisamente la pesadilla de lo que un día Miguel afirmó que era su gran miedo. El intérprete de Amante bandido ciempre mantuvo que cuando tuviera hijos serían biológicamente suyos, porque no quería que ocurriera lo que finalmente ha pasado en su relación: la separación de los hermanos.
Un divorcio que vino precedido por una separación física que JALEOS publicó en exclusiva. Cuando la inestabilidad en la relación de Miguel y Nacho rozó su máximo, el cantante decidió poner tierra de por medio junto a sus dos hijos mayores. Dejó su Panamá natal y voló a México, el pasado mes de septiembre. Mientras tanto, Palau permanecía en España con los otros dos hijos menores.
A finales de noviembre llegaba un nuevo jarro de agua fría para Miguel Bosé: se admitía a trámite la demanda interpuesta por su exmarido, Nacho Palau. En un comunicado, el despacho de abogados Ortolá Dinnber recordaba que la demanda fue presentada el pasado 17 de octubre ante la jurisdicción civil "en defensa de los derechos e intereses de sus hijos" tras 26 años de relación. El bufete señaló que, en concreto, Nacho Palau pide "acciones de filiación paterna no matrimonial con fundamento en la posesión de estado", así como una "acción acumulada para el establecimiento de medidas paternofiliales de hijos no matrimoniales".
La demanda también exige una "acción subsidiaria para el reconocimiento y fijación de un derecho de relación de allegados",y solicita "medidas cautelares para el establecimiento urgente de visitas y alimentos". Asimismo, los abogados valencianos de Palau indicaron que se había iniciado la reclamación en el orden social para obtener "el reconocimiento y la determinación" de los derechos que le correspondan a Nacho Palau a causa de su contratación en "sociedades participadas y administradas" por Miguel Bosé. Una guerra sin entendimiento que de momento parece no tener fin, aunque sí víctimas inocentes.
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