Este sábado tenía lugar la segunda fiesta de la boda de Marta Ortega (34 años) y Carlos Torretta (33) en el Centro Hípico Casas Novas. Al evento, al que acudieron más de cuatrocientas personas, hubo algunos invitados muy especiales, según ha podido conocer JALEOS por parte del entorno de la pareja. Por un lado, el padre de la novia, Amancio Ortega (82), quiso darles una sorpresa a los contrayentes al traer a la banda británica Coldplay para amenizar la velada.
De hecho, Chris Martin, en un momento dado de la noche, tocó una canción mientras el matrimonio la bailaba en el escenario agarrados y dándose besos y tiernos abrazos, abriendo así oficialmente el baile de la boda. Cabe destacar en este punto el vestido de la novia, el cual, por primera vez, se mostraba íntegramente. Durante el romántico baile, Marta dejó ver su espalda al aire gracias a los tirantes cruzados del vestido, de brilli brilli color champán. Carlos, por su parte, lució el esmoquin, como marcaba la tradición. Ella lo abraza a él; él rodea los hombros de ella; se besan, se miran arrobados de amor.
Y mientras los novios abrían el baile, en el público solo se respiraba emoción, como la que sintió Eugenia Silva (42) en un momento dado de la noche. Las lágrimas brotaron de sus ojos, según se pudo ver a través de un vídeo que publicó Jon Kortajarena (33).
El solista de Coldplay interpretó el tema All I Can Think about Is You para el primer baile de la pareja. Este periódico ha podido contrastar la información a través de algunos vídeos que los invitados han publicado en sus redes sociales.
Sin embargo, esta no fue la única actuación de la noche. Las actuaciones especiales se inauguraron con la actuación de Jamie Cullum. El intérprete estuvo tocando algunos temas de los grandes éxitos de The Beatles y Taylor Swft, entre otros. Tras esta actuación, le siguió Norah Jones, ganadora de nueve premios Grammy. En definitiva, fue una noche marcada por las sorpresas y la buena música. Los invitados se lo pasaron en grande sobre la pista y sacaron a relucir su parte más divertida.
Además de las canciones, la boda estuvo marcada por el apabullante decorado, inspirado en la naturaleza de Galicia y en especial en su bosque atlántico. Trajeron árboles de fuera de España. Los novios se mostraron muy amables con los invitados, con los que charlaron sin parar. Especialmente simpático fue el momento en el que el ya matrimonio tuvo que probar la impresionante tarta.
Cambio de vestido
Sin embargo, hay un detalle importante: en el ecuador de la fiesta, Marta se cambia de vestido y opta por uno más holgado y de muchos volantes. Eso sí, con los brazos al aire para, posiblemente, evitar el calor que provoca el baile. También, para la ocasión, se suelta la melena. Junto a ella en todo momento, su ya marido Carlos, el cual no desaprovechaba la ocasión para besarla y marcarse unos bailes.
No cabe duda de que se trató de una noche que dio para mucho y en la que las anécdotas se amontonaron. Después del majestuoso cóctel que tuvo lugar en la primera fiesta del viernes, los invitados, encabezados por los novios, se desplazaron al centro de hípica para la gran noche de gala. El club ha sido decorado con mimo para la magna ocasión por el prestigioso florista Thierry Boutemy, afincado en Bruselas y que ha viajado expresamente para engalanar el evento.
Así se gestó la boda del año, paso a paso
No cabe duda de que el viernes tuvo que ser uno de los días más emocionantes para Marta Ortega y Carlos Torretta, el día en que sellaban su amor para siempre en su casa familiar situada en el paseo de la Dársena, en una zona conocida como O Parrote. Este viernes los nervios y el ajetreo en sus vidas llegó desde bien temprano. Cerca de las dos de la tarde ya se convertían en marido y mujer después de que un notario, amigo personal de Amancio Ortega (82), los bendijera con el consabido 'sí, quiero'. Entonces, la heredera de Inditex, la tercera hija del magnate gallego y la única nacida de su segundo matrimonio con Flora Pérez, y Carlos Torretta, el booker de modelos, enlazaban sus vidas.
Aunque, eso sí, la rúbrica la hicieron solo con carácter íntimo, ante un reducido grupo de personas. Un total de 40. Así lo decidió desde un primer momento la novia, la cual ha cerrado y cuidado todos los detalles del enlace, dejando poco margen a la improvisación o al error. Se preparó, tras esta íntima ceremonia, una celebración de más altura y empaque para la tarde-noche en el club Náutico. Mientras esta fiesta llegaba, los novios hacían pública la imagen de su boda a media tarde, unas bellas imágenes en blanco y negro. Tras esto, ahora sí, tocaba centrarse en la fiesta de la noche del viernes. A eso de las 20:00 horas, el dispositivo ya estaba preparado y los invitados, con goteo, empezaban a llegar.
De esa fiesta poco se conoce, tal ha sido el recelo; salvo que por ella desfilaron personalidades de la talla de Rafael Medina (40) y su mujer Laura Vecino, Samantha Vallejo-Nágera, Amaia Salamanca (32), Jon Kortajarena (33) y un largo etcétera sazonado con perfiles de la talla del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (57), y Alonso Aznar, entre otros. La celebración no debió terminar muy tarde, ya que este sábado muchos de los invitados no han dudado en madrugar y darse plácidos paseos por A Coruña. El tiempo ha acompañado, parecía como que pactaba con el amor. Tocaba descansar para la gran noche de Marta Ortega y Carlos Torretta, esa en la que amor y estilo se han dando la mano en Casas Novas.
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