Cien días han valido para que la presión política distorsione la cuidada imagen de Pedro Sánchez (46 años). El 2 de junio de este año, el político socialista fue investido como nuevo presidente de Gobierno, desde aquel día su figura impoluta ha sufrido un cambio debido al estrés: en su últimas apariciones públicas se perciben canas en su cabello.
El líder del Partido Socialista aparecía la pasada noche del 16 de septiembre en El Objetivo de Ana Pastor (40) donde concedió una extensa entrevista a la madrileña. El presidente aparecía con nuevas canas, posteriores al nuevo cargo que ostenta y que resaltaban en su cabellera negra.
Sobre el pelo que hace cien días era color azabache, se despertaban pelos blancos que hacen pensar que el peso del poder ha pasado una particular factura en su imagen. El político siempre ha cuidado mucho su imagen pública.
Antes de alzarse como presidente cada una de sus vestimentas estaban medidas al milímetro. Como si de una disciplina imprescindible se tratara, Sánchez ha escogido cada prenda con el rigor del acierto. Desde la corbata en tonos rojos de su investidura hasta las gafas de sol estilo aviador en sus viajes informales.
Pedro Sánchez no es el único presidente socialista que ha visto cómo las canas ocupaban el espacio en su cabeza, antes que él, José Luis Rodríguez Zapatero (58) y Felipe González (76) sufrieron la misma trasformación. El veterano presidente vio cómo el blanco de las canas escalaban por detrás de sus orejas, empezaron a asomarse cuando estaba a la cabeza de su partido y terminaron por acrecentarse cuando se convirtió en el presidente del Gobierno.
Aunque los rumores apuntaron a que aquellas canas de González no eran verdad y aseguraron que eran una estrategia para dar una imagen más seria del presidente. Por su parte, Zapatero sí sufrió los efectos de los intensos días de trabajo en el Gobierno.
En le Partido Popular las canas de la política también han aparecido e forma incesante en los últimos años. Mariano Rajoy (63) ha vivido con intensidad sus años en la presidencia. Fruto de su actividad política y del paso de los años ha surgido una transformación importante en su imagen.
El que fue presidente hasta junio de 2018 ha visto cómo las canas se apoderaban por completo de su barba, dejando atrás las oscuridad de su cabello natural. Igual, se puede apreciar que el expresidente ha sufrido una ligera caída del cabello.
Tan sólo cien días han sido suficientes para que las canas de Pedro Sánchez aparezcan y apunten con no darle tregua. El tiempo dirá si la presión política hace mella en su impoluta imagen.
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