Begoña Gómez deja su trabajo un año para ejercer como primera dama de la Moncloa

Empiezan los cambios en la vida de Begoña Gómez (43 años). La esposa del presidente Pedro Sánchez (46) ha tomado conciencia de su posición de 'primera dama' y ante ello, ha optado por desprenderse de sus antiguas funciones laborales. Para ello ha solicitado una excedencia, que le ha sido concedida, en su puesto de trabajo.

Hasta el momento, Begoña, que es licenciada en marketing en ESIC, continuaba al frente de la empresa Inmark Europa como directora de consultoría en externalización comercial. Además, ejercía de codirectora y profesora dentro del Máster Título Propio en Dirección y captación de fondos públicos y privados Fundraising para ONGs de la Universidad Complutense de Madrid. Sin embargo, en los últimos días esto ha cambiado por completo. Según ha recogido Vanitatis y ha podido confirmar JALEOS, Gómez ha solicitado una excedencia para poner el foco en sus funciones como esposa del presidente del Gobierno de España, generalmente basadas en áreas de educación y salud.

Pedro Sánchez y Begoña Gómez. EFE

"Es así. Ella ha solicitado excedencia y se la hemos concedido. La excedencia está abierta y según la legislación vigente se puede renovar cada año. En su caso suponemos que la renovará dependiendo de la situación del Gobierno", informan a este periódico desde el departamento de comunicación de Inmark Group. 

A principios del mes de junio la vida de Pedro Sánchez (por entonces secretario general del PSOE) y su familia daba un giro de 180 grados cuando el político se convirtió en presidente del Gobierno tras la moción de censura contra Mariano Rajoy (63). Casi sin esperarlo, los Sánchez Gómez arribaban a Moncloa y comenzaba un nuevo y diferente capítulo en la vida de Pedro, Begoña y sus dos pequeñas, Carlota (10) y Ainhoa (12).

Begoña Gómez en el desfile de Juana Martín. Gtres

En su primer evento como primera dama, en la cena solidaria organizada por el doctor Pedro Jaén para recaudar fondos para el proyecto Albinos en Tanzania celebrado en el Palacio de Fortuny, y del que este medio de comunicación fue testigo, Begoña continuó mostrando un perfil bajo. Tan solo concedió unas discretas declaraciones en las que afirmó que intentaría no cambiar demasiadas cosas de anterior vida pero que sí que tenía intención de dar visibilidad a cuestiones solidarias desde su privilegiada posición de esposa del presidente.

El primer paso ya está dado, pues las apariciones de la primera dama desde entonces empiezan a ser constantes: un acto solidario, un desfile de moda, presencia en un festival de música; y según lo publicado este martes es tan solo el génesis de lo que está por venir. Queda Begoña para rato. 

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