El legendario diseñador Manolo Blahnik (75 años) no está pasando por un buen momento a nivel de salud. Al menos, se dejó inmortalizar quejicoso y adolorido durante su última aparición pública en la gran fiesta del treinta aniversario de la revista Vogue que tuvo lugar en la fastuosa Casa de Velázquez de Madrid. Con un rostro contreñido por el dolor, una mano apoyada de forma perenne en la zona lumbar y con una faja enrollada en la mano, apareció en el acto el rey de los zapatos.
Muy elegantemente vestido con una americana beige y una pajarita negra, Manolo fue ayudado, después de unos minutos posando ante los fotógrafos con una sonrisa un tanto forzada, para llegar hacia la zona donde estaban los periodistas. "Madre mía, traedme una silla de ruedas para poder aguantar", aseguró el diseñador intentando aportar sentido del humor a la difícil situación.
Pero, ¿qué le pasaba a Manolo?, quiso interesarse este medio. "Está delicado, se ha roto unas vértebras", se informó a JALEOS. Una delicada situación que refrendó el propio Blahnik: "Me las he roto, por eso llevo esta faja en la mano, porque me da vergüenza". Sin embargo, a pesar de su punzante dolor lumbar, el mítico 'arquitecto' de los zapatos de Carrie Bradshaw demostró, una vez más, su profesionalidad y atendió con diligencia a los medios de comunicación.
"Sin pareja ni la espera"
Es una persona muy discreta que rehúye siempre que puede abordar cuestiones de su vida privada. Él prefiere que los demás hablen de él para que el protagonista no tenga que hacerlo. En diciembre de 2017, la periodista Beatriz Miranda escarbó un poco más en su esfera más privada con las siguientes líneas, que ya entonces arrojaron luz sobre la delicada salud de Manolo: "Manolo está mal de salud, no puede tomar sal y se ha roto un dedo de la mano -no se podía atar la pajarita el pobre-. Los años ya le empiezan a pesar: no tiene pareja ni se la espera. El sexo a su edad no interesa". El propio Manolo ha reconocido en más de una ocasión que "no tiene vida personal" porque toda su energía y tiempo lo ha volcado en el trabajo. "¡Qué triste! -sonríe- Pero es un placer total". El único amor que conoce es el de su profesión y por las mujeres. Todavía recuerda cuando conoció a Estrella Morente (37): "Me he emocionado. ¡Qué voz!, ¡qué belleza! Me recordaba a mi madre cuando me leía los poemas de García Lorca".
Se 'mosquea' al hablar de Carrie Bradshaw
Los allí congregados quisieron interesarse por cómo atisba un diseñador de su altura la moda española. "Hay mucha gente que está saliendo ahora, pero como no vivo aquí las pierdo, pero es bueno que sean jóvenes y trabajen", ha puntualizado. En su último año, Manolo quedó prendado por Palomo Spain (26): "Me parece un nombre muy cacofónico".
Al tenerlo enfrente, la pregunta de la prensa era obligada: ¿qué le parece que se siga hablando de los Manolos de Carrie? En ese momento, el aludido se solivianta, espanta la pregunta con un sutil manotazo y apostilla: "Ay, por favor. Carrie está oxidada y yo también. A la gente le gustan las cosas de hábitos y no suelen pedir mucho". Claramente, con estas palabras queda patente que Manolo quiere, de una vez por todas, pasar esa página de su historia que se ha quedado enquistada.
Eso sí, este deseo de olvidar a esa memorable personaje de Sexo en Nueva York no quita para que el español más internacional se sienta especialmente orgulloso de sus zapatos. En concreto, de sus 212 zapatos y 80 bocetos originales que en 2017 expuso en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid.
[Más información: Manolo Blahnik diseñará su primera línea de calzado masculino]