Malagueño, deportista, modelo, presentador, y ahora actor de telenovelas en México. Efrén Reyero (35 años) fue el chico dorado de Telecinco y Antena 3 en el año 2008. El primer tronista de Mujeres, Hombres y Viceversa que rompió audímetros; su final obtuvo un 27% de share. Su éxito creó el cisma definitivo y el último pulso público (que se recuerde) de las dos cadenas privadas más fuertes de la televisión en España por un mismo fichaje.
Diez años después del boom, Efrén ha hablado con JALEOS y desvela secretos inconfesables del universo televisivo, que según él llegaron a deprimirlo y replantearse su vida por completo.
Exfutbolista, modelo, y de repente salta la televisión, ¿por qué?
Siempre me ha llamado la atención, pero por el tema del fútbol nunca me lo había planteado. Un día hablando con mi representante me dijo que su mujer había visto unas fotos mías y que le cuadraba para un programa. Ese año acababa de firmar con el Alcobendas Club de Fútbol en Madrid y se me dijo que el tema del fútbol se me respetaría. Como estaba soltero, acepté.
Pero, ¿de verdad la gente va ahí a buscar el amor?
Es complicado. El amor te puede aparecer en cualquier lado, siempre lo he dicho, en un bar, en la cola del banco...
Hace diez años que dejó el trono del programa Mujeres, Hombres y Viceversa, ¿en qué han cambiado los tronistas de antes de los de ahora?
Es como todo. El primer Gran Hermano es el bueno, todo lo demás son copias. Ahora la única intención es ser conocidos, hacer bolos... Antes no existía más que Tuenti, ahora todo se mueve por redes sociales, followers... Ahora se permiten cosas que antes no se permitían. La gente joven ha cambiado mucho... Cuando una chica a los 16 ó 17 era virgen ahora a los 13 ya lo no lo es.
Infidelidades, platós de televisión, y al final una guerra entre cadenas por querer quedarse con el niño mimado, ¿tan fuerte fue ese contrato con Antena 3? ¿Podemos hablar de cifras?
Mi contrato fueron 300.000 euros por un año de trabajo. Tengo entendido que el contrato era de 600.000 euros, pero de eso no me enteré. Ya sabes, representante, líos... Lo voy a dejar ahí. Yo ganaba 25.000 euros al mes, 240.000 al año, quitando todos los impuestos. Yo no me quería ir a Antena 3. Me quería quedar en Telecinco, de hecho estuve un mes reunido con Telecinco. Les comenté que quería lo mismo que Antena 3 me ofrecía: una carrera profesional, ser reportero, colaborador, irme a una escuela de actores... No quería ser un freaky, quería ser una persona de la cadena. Decían que lo único que había para mí era Mujeres, hombres y viceversa y Supervivientes. Y me fui a Antena 3, donde ofrecieron una carrera profesional que tampoco se cumplió.
Su llegada a Antena 3 empezó con una entrevista en el buque insignia de la cadena, ¿Dónde estás corazón?
No supieron gestionar las cosas. Fue increíble. Yo estaba recién llegado a la cadena, me entrevistaron, y en lugar de apoyarme y darme la bienvenida, me destrozaron. Me hicieron muchísimo daño, a mí y sobre todo a mi familia. En Telecinco cargaban contra mí todos los días y yo sin poder defenderme porque tenía exclusividad con Antena 3.
¿Cómo recuerda esa etapa?
Fue muy difícil. Tenía 25 años, no tenía experiencia en televisión no sabía lo que era el mundo del espectáculo, no podía estar tranquilo en la calle... Igual escuchaba "¡guapo!" que me decían "¡gilipollas!". La gente no entendía el show y me trataban fatal.
¿Considera fracasado a alguien que ha triunfado en televisión y al tiempo deja de aparecer?
No, no es un fracaso. Un fracaso para mí sería no haberle dicho a mi padre "te quiero" antes de morirse, lo demás son solo experiencias. Es muy relativo, sobre todo hoy en día, se ha vuelto más viral el momento redes sociales que la misma tele... Hay marcas que pagan más a una persona por sus seguidores que lo que se cobra por colaboración en televisión.
De repente... Efrén desaparece para el ojo público y lo siguiente que sabemos es que está en México. ¿En qué ha estado?
Me vine al Sur, monté mi discoteca, mi tetería, he estado durante tres o cuatro años haciendo jornadas benéficas para niños con síndrome de down. Quería desintoxicarme de la tele. No sé si en algún momento de mi vida he tenido depresión, yo he intentado luchar contra eso, pero me lo han hecho pasar muy mal.
Me llamó un representante de México para ofrecerme una oportunidad y me contó que había hablado con la escuela de Televisiva, que es la más importante de allí, y que me querían. He estado un año. Tuve que 'mexicanizar' el habla. Me podían dar papeles de 10 ó 20 capítulos pero querían que fuese protagonista. Terminé mi formación en la escuela y me llamaron para decirme que había un proyecto para mí, pero me tuve que venir a España por la delicada salud de mi padre.
¿Se queda en España para el verano o ya es definitivo?
Me vine porque mi padre se puso malo, con cáncer, murió hace 20 días y a los 10 días de mi padre, murió mi tía. Me tuve que venir el 27 de abril y tuve que renunciar al proyecto. Ahora mismo ando un poco perdido. No sé qué hacer...
¿Estaría dispuesto a aceptar una propuesta de 'Gran Hermano VIP'?
No me planteo nada. Si llegan las cosas, las estudiaré. Y ya veré si me puede interesar o no. Y si me interesa o yo creo que me puede venir, lo haría.
Lo conocimos buscando el amor... ¿Lo ha encontrado?
Sí, tengo el amor de mi madre, que ahora mismo es el más importante de mi vida. Y por lo demás estoy tranquilo. He tenido una relación de seis años pero ahora mismo estamos en un momento delicado.
Se habla de un tonteo con Oriana Marzoli (26)
(Se ríe) No te voy a decir nada. La conocí en el programa, hemos hablado después alguna vez. No nos hemos visto fuera de plató. Me dijo que le apetecía venir a Málaga... Nos llevamos bien. Es una chica que a cualquier chico le puede gustar.
Una década después de que acariciase el cielo con la yema de sus dedos, ahora Efrén mira la vida con un visor diferente. Más maduro, más consciente y sobre todo, sin perder el horizonte profesional que siempre tuvo claro y que por intereses superestructurales y decisiones de cúpula televisiva le hicieron creer que no podría. Ahora el malagueño se recompone y de nuevo va a por todas.