Ricardo Gómez (24 años) ha crecido en un plató de rodaje. Su segunda casa se llama San Genaro, el barrio ficticio en el que se enclava el proyecto que ha construido su carrera como actor y que ahora abandona. El joven deja Cuéntame cómo pasó. Más de media vida junto a sus compañeros, que según ha declarado, ya son su familia.
Los jóvenes españoles se han desarrollado a la par de Carlitos, el personaje que le ha abierto todas sus puertas profesionales y que ya no volverá a encarnar. Ricardo Gómez sigue luchando contra ese nombre - alias que se ha apegado a él como si de su identidad se tratara desde que empezó a rodar a los siete años- y con el que se le conoce casi igual o más que por el suyo propio.
Nació en Madrid aunque su familia es de Santigo de Compostela, lugar al que recurre para desconectar del ajetreo cinematográfico. Aunque su vida se ha construido entre camerinos y rodajes, no ha querido dejar de lado sus estudios y dedica parte del tiempo libre a la carrera de Literatura General y Comparada en la Universidad Complutense de la capital.
Sus grandes amores
Las tablas y el cine son las dos pasiones del madrileño. Su carrera como actor no comenzó frente a las cámaras interpretando a Carlitos, lo hizo en el teatro. La primera vez que representó un papel lo hizo sobre las tablas de Lope de Vega encarnando a Chip en el musical de La Bella y la Bestia.
Nunca ha abandonado la madera de los escenarios. Ya con una carrera profesional más que afianzada volvió al teatro de la mano de Irene Escolar (29) en 2018 con la obra Mammon, producida y creada por un compañero de reparto en la serie. El teatro le cambió la vida. Lo dijo él mismo tras interpretar Orestes, hijo de Clitemnestra y Agamenón en La Orestiada en el Teatro Clásico de Mérida.
El cine le ha dado tantas alegrías como la serie que le lanzó al estrellato. En su primera interpretación cinematográfica ganó una nominación al Goya a Mejor actor revelación, aunque no consiguió levantar la estatuilla. Hace dos años nació en Ricardo una nueva inquietud: la dirección. Sobre su espalda ya porta el peso de haber dirigido dos cortometrajes: Cariño y Gracias por venir.
Reservada vida sentimental
Poco se sabe de sus relaciones. El actor siempre ha mantenido la discreción en temas del corazón y ha tratado no dar muchas pistas sobre su estado sentimental. A pesar de sus esfuerzos, el pasado mes salieron a la luz varias imágenes en las que se le veía junto a la actriz Bruna Cusí (31) paseando cariñosos por Madrid.
Ricardo mantuvo también una intensa relación con Ana Rujas (29 años). Comenzaron a salir en verano de 2015 aunque mantuvieron sus salidas en la más estricta intimidad. Sí trascendió un viaje que hizo la pareja a Berlín para pasar juntos la temporada navideña. En la actualidad, ambos mantienen una bonita amistad aunque pusieran fin a su relación.
La noche madrileña
Si hay algo que al actor le gusta hacer cuando abandona la interpretación es disfrutar de los bares del corazón de Madrid. El joven es un asiduo en Malasaña, sus redes sociales se colman de imágenes junto a sus amigos íntimos en los pubs del barrio de moda.
Ricardo es un enamorado de la Vía Láctea, uno de los bares más populares en las famosas calles de la capital. La plaza Dos de mayo acoge al actor y a sus amigos cuando el sol sale para pasar el tiempo en la calle.
Administrador único de su empresa
Ana Victoria, la madre de Ricardo, fundó en 2002, menos de un año después de que comenzara a emitirse Cuéntame cómo pasó, la compañía Rikimen S.L. La empresa se creó para las representaciones y producciones artísticas con el objetivo de representarle a él.
La madre gestionó la compañía hasta que el actor alcanzó la mayoría de edad en 2012, fecha en la que él ocupó el cargo de administrador único. La situación financiera de la compañía ha registrado pérdidas en los últimos años. Concretamente, en 2015 estuvo en números rojos con pérdidas de 12.000 euros y un año más tarde con pérdidas de 4.500 euros. Aunque desde entonces la deuda se ha reducido en un 50%.
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