Son la culminación a unas vacaciones soñadas: las que ha compartido Isabel Pantoja (61 años) junto a sus dos hijos y a todos sus nietos. La tonadillera ha puesto fin a sus días de descanso en Ibiza y lo ha hecho por todo lo alto, protagonizando las imágenes más buscadas de todo el verano, y también las más caras.
La revista ¡Hola! irrumpe este miércoles en los kioskos con una imagen inédita hasta el momento, la de Pantoja en bañador, en alta mar y con gesto pensativo sobre la popa de un pequeño barco, en el que ha navegado junto a su familia en un verano que no ha sido fácil, teniendo en cuenta algunos problemas por los que ha atravesado el clan, como la amputación de un pie de su hermano Bernardo.
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La instantánea en cuestión es una de las más deseadas de la época estival. La publicación habría desembolsado entre 40.000 y 50.000 euros por ella, según cifras que aportan Vanitatis e Informalia. Hacía más de tres lustros que no se captaba una fotografía similar, pues la última vez que Pantoja era captada en bañador corría el año 1992. Fue cuando disfrutaba de unas vacaciones junto a su entonces amiga María del Monte (55). Aunque en aquel momento el reportaje fotográfico tuvo lugar en la orilla y la cantante lucía un traje de baño amarillo y rojo.
Pantoja 'se hace un Lady Di'
En esta ocasión, Pantoja ha optado por un bañador azul para dejarse ver en una postura que recuerda mucho a la de Diana de Gales en 1997, siete días antes de su muerte, cuando navegaba en el barco de Mohamed Al Fayed (88). Sentada en la pasarela de la embarcación y con un bañador azul como el de la tonadillera, la princesa del pueblo mostraba su aspecto más frágil y triste y reflejaba perfectamente el aislamiento y el momento vital que sentía entonces.
Lo cierto es que la cantante de Marinero de luces tampoco atraviesa su mejor etapa. El primer año en libertad de Pantoja se ha saldado con un número ínfimo de conciertos en su anunciada gira internacional concretamente han sido tres-, una sola entrevista para lavar su imagen, problemas con su hija Chabelita (21), reclusión en Cantora y escasos ingresos. Una situación nada idílica sobre la que tal vez estuviera reflexionando a bordo del barco.
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