La actitud de María José Campanario (38 años) este viernes al mediodía lanzando besos y agradeciendo la preocupación de los periodistas por su estado de salud ha cambiado radicalmente en menos de 24 horas. La mujer de Jesulín de Ubrique (43) se ha cansado de que una decena de fotógrafos le acompañen en cada uno de sus paseos por la ciudad malagueña y este sábado por la mañana se ha dirigido a sus inseparables paparazzi para pedirles 'tiempo muerto' haciendo el gesto con sus manos hacia los objetivos de las cámaras.
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Su condición de personaje público unido a la difícil situación que atraviesa con su estado de salud se convierte en un foco ineludible de información por la que los fotógrafos no descuidan ni una de sus salidas del psiquiátrico para obtener la nueva instantánea. La mujer del torero ya no cree que esa forma de actuar de los periodista sea preocupación, tal y como pensaba este viernes, y por eso no ha dudado en levantarse de la terraza en la que charlaba con su marido para llamar la atención de los paparazzi.
El matrimonio salía por la mañana para dirigirse a una farmacia y comprar la nueva medicación de María José, que precisamente se encuentra en el centro de salud mental El Seranil para reajustar sus pastillas y conseguir calmar sus dolores y efectos secundarios consecuencia de la fibromialgia que sufre. En su camino hacia la farmacia no faltaban los fotógrafos, como tampoco faltaron a la especial cita de este viernes cuando Jesulín recogió a su esposa en la clínica para llevarla a comer a un restaurante playero con motivo de su 15 aniversario de boda.
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A pesar de las dificultades, Campanario no pierde la esperanza y se siente optimista con su nuevo ingreso hospitalario. La odontóloga asegura que los médicos están encontrando la regulación correcta que necesita para su medicación, algo que resulta complicado debido a que el organismo de María José no tolera muchos de los medicamentos. No obstante, en vista de su nuevo radical cambio de look y sus sonrisas en el primer paseo con la trabajadora social del centro, la mujer de Jesulín da pasos hacia la recuperación.