María Teresa Campos (76 años) tiene mucho que celebrar. La veterana presentadora recoge este mediodía en manos del presidente del gobierno, Mariano Rajoy, la medalla al mérito en el trabajo por sus más de 60 años dedicados al Periodismo. Con una gran sonrisa y con un aspecto muy recuperado tras su episodio del ictus, la madre de Terelu (51) ha reaparecido emocionada por su premio y por la inminente vuelta a los platós de televisión.
"Cuando ya pase el calor volveré a la tele, en septiembre", decía ante los micrófonos del Programa del Verano segundo antes de ponerse en marcha hacia la entrega de la medalla. Sus gestos mostraban sus ganas ante lo que le esperaba: "Estoy un poco de los nervios, porque es un día importante en mi vida, el reconocimiento de lo que he hecho hasta ahora, y si puedo, seguiré haciéndolo", reconocía.
Campos ha explicado qué personas estarán en su mente en el momento en el que reciba el ansiado premio: "Se lo dedicaré a los que me han apoyado y con los que he trabajado todos estos años, y muy especialmente me acordaré de mi hermana Leli, que es la que más se parecía a mí, ya que amaba la televisión y la música, pero también me gustaría que hubiera estado mi hermana Concha".
Del mismo modo, la presentado no se ha olvidado de 'su' público y de la cadena en la que tantos años ha pasado: "Gracias a todos por el cariño, gracias a Telecinco y Mediaset, ahí he vivido y espero vivir los mejores éxitos de mi vida". Una declaración a la que el reportero ha contestado con un "sí, que aún te quedan muchos", y ella ha replicado con un humilde "bueno, eso no lo sé".
Lo que sí sabe y era evidente, es la mejoría en su aspecto. María Teresa no podía ocultar su felicidad y su forma de expresarse mostraba su buen estado de salud: "Estoy todo lo bien que se puede estar, no puedo pedir más". Y es que ella misma ha recalcado que el premio a su labor en el mundo de la comunicación que recibe este jueves es muy esperado por muchos motivos: "Es especial porque me ha llegado en un momento clave que necesitaba".
Junto a la presentadora estaba su inseparable pareja, Edmundo Arrocet (67). Vestía con un elegante traje azul marino y luciendo aún su cabellera y barba blanca, un estilo que adquirió gracias a su aventura en Supervivientes y que causó furor entre la audiencia. "Aquí estoy acompañando a la artista", decía mientras no quitaba el ojo de su novia y la acercaba al coche.