En los medios de comunicación se tiende a evitar la palabra cáncer, como si llamándolo de otra manera dejara de ser lo que es: cáncer. Por ello, desde que Pau Donés supo en agosto de 2015 que tenía un cáncer de colon avanzado decidió dar visibilidad a los tratamientos a los que era sometido y a sus propias reflexiones, grabándolas en autofilmado y dándolo forma en un documental: Jarabe contra el cáncer. Este jueves por la noche se emitía por primera vez en el canal Cero de Movistar.
El objetivo: desestigmatizar y desdramatizar la enfermedad, consiguiendo, entre otras cosas, que todo ello no le impida seguir con su actividad diaria e incluso preparar un nuevo disco y una nueva gira. “No soy de los que se arruga ante las adversidades. Me gusta plantar cara. Ahora toca ver qué pasa con el cáncer. Sin drama. No me hago el chuletas. Soy así”, comenta el vocalista.
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De ahí Jarabe contra el cáncer, un documental que retrata a través de los testimonios del propio cantante, otros dos enfermos y una enfermera del gran hospital público donde son atendidos, la lucha diaria contra la enfermedad que viven tantas personas, tanto enfermos, como profesionales.
"Cuando me detectaron el cáncer me llamó la atención el estigma. Al final es una enfermedad que afecta a un montón de gente y, sobre todo, al entorno de la gente. Y luego también me sorprendió ver a cuadros médicos que siempre tienen una sonrisa. Me impresionó mucho", explica.
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Por eso el artista también ha querido reivindicar el trabajo abnegado y a menudo poco reconocido de los profesionales de la sanidad pública.Y así, Donés muestra desde su tratamiento de quimioterapia hasta sus visitas al oncólogo para saber cómo va su enfermedad.
Un bicho con nombre de rapero
"De toda esta película, lo que más me acojonaba era la quimio. Ni las operaciones. Es lo que tiene más mala fama. Lo que te va a curar, es lo que peor fama tiene (...) La quimio no siempre mola. Hay días que cuesta más. A pesar de los efectos secundarios, al final acabamos pensando que con la quimio te vas a curar. Cada quince días vengo, veo a compañeros y tienes la sensación de que te sientes querido”, cuenta.
También muestra cómo se investiga contra el cáncer en el Hospital del Vall d’Hebron. De hecho el propio Donés se sienta junto a los investigadores a mirar a través de un microscopio para ver sus pruebas.
“Os presento a BRAF, un bicho con nombre de rapero y pinta de macarra que es en realidad un gen que tiene mucho que ver con el cáncer que me afecta. Básicamente el cabroncete genera una proteína que provoca que las células se dividan y crezcan de forma descontrolada conviritiéndolas en células anormales o cancerosas”, cuenta.
Un trabajo audiovisual de gran valor que sirve de apoyo moral, no sólo para otras personas que están pasando por esta enfermedad, sino también para los que le rodean. Una nueva lección de vida de alguien que ha decidido no rendirse ante el miedo. “En los hospitales se gestiona la salud, pero también la vida y la muerte. Y, por tanto, el miedo en su faceta más brutal. El miedo a morir es el que más acojona, e incluso más que el miedo que a veces tenemos a vivir. Y en la vida no hay que tener miedo”.