Fernando Fernández Tapias y Nuria González han vuelto a sufrir un duro golpe familiar. Este martes, Jaime González de Pablos, sobrino de la pareja, fallecía arrollado por un tren en la localidad de Azucarera de Monzón en Palencia. El hijo de José María González, hermano de Nuria, cruzaba por un paso a nivel junto a un amigo para dirigirse a un pueblo cercano cuando el Alvia 4193 que viajaba de Madrid a Santander pasó por el mismo lugar. La guardia civil desconoce por qué los jóvenes de 21 y 22 años decidieron cruzar en el momento en el que el tren ya se aproximaba hacia ellos.
El impacto hizo que sus cuerpos salieran despedidos a varios metros de distancias, según el informe policial.Todos los datos del accidente se detallan en el diario El Norte de Castilla, que ha recogido incluso testimonios de los vecinos de la zona que acudieron enseguida al lugar y afirmaron que no era la primera vez que ocurría.
Con este nuevo revés, la vida de Nuria González se hace cada vez más cuesta arriba. La mujer de Fernández Tapias despidió a su padre a los 72 años de edad el pasado mes de marzo después de arrastrar un cáncer durante años y continuas dificultades respiratorias. Además, es consciente de la vulnerable salud de su marido, que ya se ha sometido a varias operaciones de corazón y tiene siete stents implantados. El último ingreso repentino del empresario en la clínica Quirón ocurrió menos de un mes después de la muerte de su padre.
Nuria González no es la única que ha sufrido por la familia en los últimos tiempos. El propio Fernando Fernández Tapias también ha experimentado la inesperada pérdida de un hijo. Bosco Fernández Tapias salió a bucear al sur de Lanzarote el 28 de septiembre de 2010 y no se volvieron a tener noticias de él hasta que dos años después su cuerpo apareció a 90 metros de profundidad en Puerto del Carmen.
Por todo ello, esta nueva despedida de un miembro de la familia Fernández Tapias continúa la estela de dificultades que atraviesa el clan. Y es que la juventud de Jaime González de Pablos, que luchaba con ilusión por llegar lejos en el mundo de la música, ha dejado un sabor amargo en sus familiares tras las recientes muertes tanto de su abuelo como la de su bisabuelo, éste último también por accidente de tráfico y hace solo dos años.