La familia Salazar Vega lleva cinco meses en España. Aterrizaron en Madrid el pasado septiembre después de estar viviendo una década en Los Ángeles, donde nacieron sus tres hijos Orson (10), Ava (7) y Lenon (6). La actriz sevillana llevaba planeando instalarse en su país natal desde hace un tiempo porque no "estaba dispuesta a pasar el resto de su existencia en Estados Unidos".
Fue en junio de 2016 cuando Paz Vega (41 años) tomó la decisión definitiva y trasladó a todo su clan a la capital madrileña tres meses después. Así lo confirmaron ella y su marido, el venezolano Orson Salazar, en el desfile de Desigual que tuvo lugar la Fashion Week de Nueva York a la que acudieron el 8 de septiembre sin la presencia de sus hijos.
"Los Ángeles es un lugar fantástico, hemos pasado diez años maravillosos con los niños pequeños, pero no nos parece una ciudad buena para que vivan la adolescencia", explicaba a la revista Mujer Hoy en su llegada a España. Sin embargo, el matrimonio era consciente de que sus hijos habían echado raíces en Hollywood: "Allí tienen muchos amigos y eso habrá que manejarlo bien, pero cuanto más crezcan más complicado será", afirmaba la intérprete. Por ello, Paz se ha implicado estos meses en que sus pequeños se sientan a gusto en Madrid y les ha enseñado las formas de divertirse por la ciudad, como el concierto de los Red Hot Chili Peppers al que acudieron nada más llegar al país, pero también buscándoles la mejor educación.
Paz Vega está inmersa en la búsqueda de un colegio para sus tres hijos por la zona norte de la capital. Según ha podido conocer EL ESPAÑOL la actriz ha visitado el Colegio Mirabal en la localidad de Boadilla del Monte. El centro está en la lista de los mejores centros educativos del territorio español según el periódico El País y de los que más implicado está en el emprendimiento tecnológico.
Se trata de un colegio privado multilingüe en el que se estudia, además de en español, en inglés, francés, alemán y chino. Entre sus lujosas instalaciones posee una piscina de grandes dimensiones, varios campos de fútbol, salas de reunión, aulas con lo último en informática, aulas de ajedrez y un hall de entrada digno de cualquier hotel de alto rango.
Acostumbrada a los lujos de Hollywood, Paz Vega no quiere bajar el listón de lo que sus hijos han recibido hasta la fecha, por eso necesitaría al menos un colegio de esas características. En las próximas semanas seguirá visitando centros del mismo perfil y debería escoger el destino de sus hijos antes de primavera para que los pequeños comiencen las clases en el nuevo colegio en septiembre.