La cantante de La bicicleta no era consciente - ¿o sí? - de la que le venía encima al publicar una 'inocente' imagen de ella misma haciéndose la pedicura mientras esperaba para grabar en su estudio. En la foto puede verse que debajo de la mesilla que se encuentra al lado de Shakira (39 años) aparece la silueta de un objeto muy especial: un consolador.

Los primeros en percatarse del elemento fueron los mismos seguidores de la colombiana que comentaron en la fotografía que subió a Instagram, pero también hubo quien no creyó las habladurías y argumentó que se trataba del reflejo de la luz que entraba por la rendija de la ventana. Cuesta pensar que Shakira necesite estos juguetes sexuales cuando hace un par de años pudimos comprobar gracias a la revista COURE que su querido Piqué (29) posee un 'piquetón' que no tiene nada que envidiar al objeto que luce la de Barranquilla en su foto.

Tanto si fuera una cosa como la otra, la chica de Gerard Piqué no tiene por qué sentirse avergonzada. Muchas celebridades del mundo del espectáculo y la moda han hecho pública su afición a estos juguetes sexuales. Desde divas de la canción como Lady Gaga (30) o Christina Aguilera (35) hasta las celebrities más glamurosas del star system como Victoria Beckham (42) o Paris Hilton (35) admiten tener en su cajón uno de estos caprichos sexuales.

La excéntrica Lady Gaga ha hablado en múltiples ocasiones sobre su gusto por usar juguetes eróticos. Asegura, además, que su favorito es uno que le regalaron sus fans durante un concierto, "un conejito con asas" según describe ella misma y que arrasó en ventas cuando apareció en la serie Sexo en Nueva York.

A quien le pega mucho tener uno en color rosa es a Paris Hilton. La soliacité americana también declara ser fanática de los vibradores y como no podía ser menos, la rubia multimillonaria posee un consolador de cristal. El objeto termina en forma de cola de zorro que se puede quitar y poner siempre que se quiera.

Pero si hablamos del nivel más top de consolador en todos los sentidos, no podemos dejar de hablar del juguetito de Victoria Beckham. La ex Spice Girl tuvo un regalo muy especial por parte de su marido, y es que fue el propio futbolista el que le obsequió con un vibrador de platino hecho a mano y con una base de diamantes de 10 quilates incrustados.

Su gran amiga Eva Longoria (41) también comparte gusto por estos objetos sexuales. La actriz se gastó 90 dólares en su último vibrador en forma de conejo que destaca por su suavidad. Se ve que es una característica necesaria para la mujer de José Bastón (48) ya que anteriormente tuvo un patito vibrador también muy suave.

Jimmy Jane es una de las marcas preferidas de las famosas a la hora de buscar un juguete erótico. La modelo Kate Moss (42) y la actriz Jessica Alba (35) no ocultan su fanatismo hacia esta firma que ha sido reconocida mundialmente como una de las de mayor calidad en su sector y con mayor índice de satisfacción entre las clientas más VIP.

A Britney Spears (34) ya sabíamos que le gustaba el cuero brillante en su cuerpo, porque así lo hemos podido ver a lo largo de sus años de profesión y sus decenas de videoclips, pero su fetiche más secreto son los disfraces eróticos. Además de tener un consolador entre sus pertenencias también guarda esposas de policía junto al resto del traje y ropas de colegiala, enfermera y demás gremios de connotación sexual en los que se ha gastado más de 7 millones de dólares.

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Christina Aguilera (35) también sigue esa línea de erotismo porque disfruta más toda la circunstancia y ambiente que envuelve el momento sexual que la propia ejecución de un consolador. La cantante tiene su armario repleto de lencería muy sensual, llena de detalles de encaje y seda muy fina.

La rubia de Los Ángeles de Charlie, Cameron Diaz (44), tampoco ha escondido su afición al mundo de la pornografía y siempre que ha tenido ocasión ha probado nuevas experiencias para satisfacer de maneras diversas su deseo sexual. Ya sea con juguetes de todo tipo o con escenarios atípicos, la actriz busca nuevas opciones eróticas para no caer en la rutina.