La casualidad quiso que Miguel de la Quadra Salcedo nos dijera adiós el pasado 20 de mayo, el mismo día que se cumplían 510 años de la muerte del descubridor de América, Cristobal Colón. Con su marcha dejaba huérfanos a miles de jóvenes que soñaron con sus inolvidables aventuras y a los que enseñó a conocer el mundo en televisión cómo nunca antes se había mostrado.
Aquel día, su sobrino, Telmo de la Quadra Salcedo (46 años), su heredero natural, grababa en el Mar de Alborán una nueva entrega de su programa de DMax Mares, Telmo y los hombres del mar, en el que intenta descubrir a los hombres y mujeres que viven de estas aguas. Sus compañeros le ofrecieron parar la grabación para poder regresar a Madrid. Sin embargo, este aventurero de razo y marino de corazón, quiso homenajear su tío lanzándose al mar como él hubiera querido.
No quiero ser mi tío. Él era irrepetible, único, un icono
“Es una suerte, un orgullo ser su sobrino. Para mí siempre fue una persona a imitar, un ídolo. De pequeño yo quería ser como mi tío. En el mundo de la aventura española era un hito, un icono. Cuando solo había una tele, era el de a la aventura. Y humanamente era una persona excepcional. Murió cuando el rodaje, estábamos buceando y no pudimos ir”, comenta a JALEOS con motivo del estreno de su programa.
Y aunque muchos hablan de él como su heredero natural, Aldaz confiesa que “mi tío es irrepetible, único. Es un referente para millones de personas. Me he encontrado con gente que me ha dicho que se ha hecho periodista por mi tío”, recuerda el aventurero.
“Yo soy Aldaz por mi padre, marino mercante que dio la vuelta al mundo mil veces aunque sin cámara, y De la Quadra por mi tío. Hemos tenido la suerte de haber aprendido de él. Cada uno somos un mundo. Mi tío era excepcional, una bestia, sabía transmitir. Y buenísima persona. No quiero ser mi tío. Ojalá”, añade.
De momento, DMax ha visto su potencial y allí acerca la vida en los mares. “El mundo de la imagen siempre me ha gustado. Y yo empecé desde muy pequeño con mi tío. A veces haces cosas muy bonitas que parece que si no lo cuentas, no existe. Y para un aventurero, estar en Discovery es una suerte: estás con Frank Cuesta, con David Beirán…”, reconoce este navarro de dos metros de altura y barba frondosa.
“La suerte de estar aquí es que no tienes que estar esclavo de la audiencia o transmitir algo que no es”, contesta cuando se le pregunta si estaría dispuesto a fichar por un grupo mayor como Mediaset. “Nunca han venido a decirme nada. Me vino Discovery y con la gente que está con Frank y eso es una suerte”.
Pero, ¿hasta qué punto está involucrado en los guiones? “Proponemos temas. Y luego depende de si es viable. Los guionistas también proponen y tú lo haces en lenguaje de televisión porque no lo que no grabas, no existe. Ellos me enseñan cómo contar las cosas y llegue al espectador. La televisión es audiencia, es espectáculo. Yo como espectador quiero que pasen cosas, divertirme, emocionarme”.
¿Y la financiación?
Unas aventuras que ahora son posibles gracias a DMax. Y es que Aldaz reconoce que no es fácil conseguir financiación para sus aventuras. “Es lo más difícil. Pero hoy es más fácil viajar. Te coges una mochila y ya. La gente es mucho más buena en los sitios. Si piensas que sin financiación, no puedes viajar, no viajarás nunca. La meta es lo más rollo. Lo más divertido es el camino, la preparación. Cuando te cuesta esfuerzo, tiene mérito. A todos nos encantaría que hubiera financiación para este tipo de cosas. El dinero, lo vas aprendiendo, es un medio mal necesario pero no es un barrera. La aventura es algo que hace que la vida merezca la pena”.
Especializado en Derecho Marítimo Internacional, este lobo de mar es el actual director de la expedición Madrid Rumbo al Sur, un Programa de sensibilización de la juventud de la Comunidad de Madrid, en el que 100 jóvenes viajan cada año a diversos países africanos, “creemos que el viaje es la mejor universidad. Hacemos un viaje para que los jóvenes aprendan a través de la experiencia: que pasan hambre, calor, sueño, miedo… Y luego vuelven renovados.
Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, Telmo se especializó en Derecho Marítimo Internacional por la Universidad Montesquieu de Bordeaux (Francia). Tras trabajar como jefe de Logística en la ‘Ruta Quetzal’ en sus ediciones de 1993, 1994, 2002 y 2003, Telmo inició su propia aventura en 2006 como director de la expedición “Madrid Rumbo al Sur”, un Programa de sensibilización de la juventud de la Comunidad de Madrid, en el que 100 jóvenes viajan cada año a diversos países africanos.
En medios de comunicación, trabajó como corresponsal de Prensa del Diario de Navarra en la guerra del Zaire en 1997 y escribió diversas crónicas sobre la reproducción de la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano a bordo de la Nao Victoria para el Diario de Noticias de Navarra. Aventurero incansable, Telmo cuenta con una extensa formación teórica y práctica como marino y explorador, lo que le ha acreditado para participar como localizador de exteriores y responsable de logística en múltiples producciones audiovisuales nacionales e internacionales.