Corría el año 1985 cuando Rosa Oriol diseñaba, inspirándose en los momentos más tiernos de su infancia, lo que más tarde se convertiría en el emblema de Tous. Un sencillo osito de formas redondeadas que marcó el inicio de expansión de la firma y que hoy, más de 30 años después, se convierte en protagonista de otro hito: formar parte de la colección del Museo del Diseño de Barcelona.
Es muy especial para mí y soy consciente que gracias al oso hemos llegado hasta aquí. La ternura que transmite es universal.
Tous, fundada en 1920 como un pequeño taller de reparación de relojes en Manresa (Barcelona), poco a poco fue acercándose al mundo de la joyería. Aunque no fue hasta 1965, con Salvador Tous (hijo del fundador) y Rosa Oriol Porta al frente de ésta, cuando se decide apostar por un concepto de joyería innovador, desmarcándose así, de la alta joyería tradicional. ¿Cómo? Creando una joya llevable y asequible por un gran público. Y en este sentido, el popular osito de oro fue la clave de todo.
En cuanto al colgante que se ha cedido al museo, se trata de una pieza original de oro de 18 quilates, recortado con sierra sobre plancha lisa y elaborado artesanalmente en el talle de la calle del Borne de Manresa. Un diseño clásico, inconfundible de la esencia de Tous y que, según Pilar Vélez, directora del Museo del Diseño de Barcelona, destaca “por su valor como icono de gran popularidad en el ámbito nacional e internacional, además de las diferentes aplicaciones que ha tenido en soportes y objetos varios”.
La pieza podrá ser admirada junto a otros elementos significativos del diseño de producto de empresas y diseñadores -la mayoría autores catalanes-, en la colección del Museo de Diseño de Barcelona. Actualmente considerada la primera y única muestra a nivel nacional que reúne más de 2.000 diseños de artes decorativas con intención de promover el patrimonio cultural.
UN ICONO EN EVOLUCIÓN
Desde el 1985, año en el que se creara la primera pieza, su diseño ha ido adaptándose a las necesidades del cliente Tous.
Desde la fabricación totalmente artesanal de piezas únicas y producciones muy pequeñas en los 80, pasando por la introducción de moldes y la microfusión en los 90, hasta el uso de la técnica del electroforming -técnica que permite fabricar piezas con volumen y poco peso sin soldaduras-, así como otras técnicas como la estampación, la sublimación o los bilaminados; que han supuesto una evolución de la pieza en diseño y materiales.
Aunque sin duda, la más destacada, es la famosa reinterpretación realizada en 2009 con la colección 'Bubble Bear' en la que, mediante un minucioso trabajo de formas y volúmenes crearon una nueva y totalmente novedosa versión de su famoso osito.