Desde que el pasado mes de abril se anunciara que Edward Enninful sustituiría al frente de Vogue UK a Alexandra Shulman, todo el sector se ha visto revolucionado. ¿El motivo? El famoso estilista africano será el primer hombre -y de color- en dirigir la edición británica de la popular cabecera desde que ésta comenzara a publicarse en otoño de 1916.
Un hecho que, además, ha puesto sobre la palestra la importancia de la figura del editor de moda en el panorama actual. Sabemos de su existencia porque Anna Wintour se encarga de recordárnoslo en cada una de sus apariciones. Sin duda, la editora jefe de la edición americana de Vogue -considerada la mujer más poderosa de la industria de la moda contemporánea- sabe reflejar todo lo que supone ejercer como tal.
Pero, ¿qué hace exactamente un editor de moda? Probablemente muchos piensen que se trata de un trabajo sencillo y que su única existencia se limite a ir de desfile en desfile. De hecho, Wintour ya se rió sobre esto en un cómico corto en el que intercambiaba roles con la actriz de comedia Amy Schumer, demostrando y dejando bien claro que "ser Anna Wintour" no estaba a la altura de cualquiera.
Además, gracias a películas como "El diablo se viste de Prada" (2006) y reportajes como "The september issue" (2009) o "In Vogue: The Editor's Eye" (2012), hemos podido descubrir un poco más de lo que estas figuras representan dentro del organigrama de una revista como Vogue.
Del editor de moda depende la dirección de toda una publicación. Ellos crean, editan y seleccionan todo lo que sale en la revista. Y gracias a su intuición y a sus conocimientos, hacen llegar al consumidor un mensaje determinado. Coordinan las fotografías, elevan a otra categoría a los modelos y diseñadores de ropa y eligen siempre a los mejores fotógrafos para crear un gran impacto visual. Saben de moda y a través de cada una de las páginas de estas revistas nos dan una clase magistral de tendencias y cultura.
En el caso de Anna Wintour, son más de treinta años los que lleva haciéndose su propio nombre e imagen. Su tradicional corte bob con flequillo -que lleva desde los 15 años- y sus gafas de pasta negras, se han convertido en habitual e imprescindible del front row de las Semanas de la Moda. A ella le debemos la aparición de las celebridades (cantantes y actrices) en las portadas de revistas de moda. También, la importancia que ha alcanzado la gala MET desde que en 1995 Wintour se hiciera responsable de su organización. Su fama le precede y su imagen dura y fría la convierte en todo un personaje en el sector. De ella se dice que con un solo gesto puede hundir o encumbrar la carrera de un diseñador. Pero lo cierto es que su labor es tal, que acaba de ser condecorada por su contribución al periodismo y a la moda como Dama del Imperio Británico.
Pero pese a su popularidad, Wintour no es la única a la que le debemos el respeto y reconocimiento de esta profesión. Desde Emmanuelle Alt en Vogue París hasta el recién nombrado Edward Enninful; ellos son los que mueven los hilos de la moda.