Cuando eres hija de Kurt Cobain y Courtney Love, el arte y la controversia se lleva en las venas. Incluso, para boicotear tus propias campañas publicitarias. Junto con un grupo de amigos, Frances Bean Cobain modificaba este fin de semana una valla que ella misma protagonizaba: su cara se convertía en una de sus obras de arte.
A golpe de graffiti, la joven modelo se reunía con la consultora creativa Abreea Loren y la artista Illma Gore para darle un toque más personal a la campaña que ella misma había realizado para Marc Jacobs. Y lo hicieron en la azotea de la tienda que el diseñador tiene en Melrose Place (Los Ángeles), con un trabajo que fue grabado en video para poder ser compartido en Instagram.
La imagen forma parte de la colección primavera-verano 2017 en la que la joven modelo posaba para el fotógrafo David Sims. En blanco y negro, con un vestido fluido en clave minimalista, Cobain aparecía en uno de los laterales mirando hacia el objetivo con una cara que, ahora, ha pasado a ser la cabeza de un pájaro. Además, las palabras “Witch Witch She’s a Witch” (Bruja, bruja es una bruja) acompañan la nueva obra de arte en la que ha querido convertir su valla.
Marc Jacobs siempre se ha caracterizado por sus modelos poco convencionales. Antes que Cobain, el diseñador ha trabajado con otras caras controvertidas, como Missy Elliot, Winona Ryder o Debi Mazar. Y, por supuesto, está de acuerdo con este acto de vandalismo callejero. Hace ya veinte años, Kurt Cobain y Courtney Love quemaron un montón de ropa de Jacobs que el diseñador les envió en su propio jardín. Y él, estuvo encantado.
¿Vandalismo, reivindicación del arte urbano o estrategia publicitaria? Una fina línea que a la joven modelo le encanta cruzar con tan solo 24 años. Es más, camina sobre ella. Cobain saltó a las páginas de las revistas el año pasado con una colección de cuadros de estética tétrica y con el negro como protagonista. Un alma inquieta que se define como “gusano de libros, entusiasta de películas de miedo, aficionada a los libros de cómic”. Pero, por encima de todo, ella es una artista.