Este año el desfile de Victoria's Secret supone un cambio en varios ámbitos de la marca, y es que la firma de lencería intenta reinventarse y adaptarse a las mujeres de hoy en día. Vamos a hacer un repaso por el desfile y por las novedades de la compañía más sexy del mundo.
El desfile ha tenido lugar en París y ha contado con las actuaciones de nombres de la música tan sonados como Lady Gaga, Bruno Mars y The Weeknd, Nombre artístico de Abel Tesfaye, el "ex" de uno de los ángeles debutantes, Bella Hadid.
También cabe destacar las ausencias. Dos de las modelos más icónicas dijeron “no” a sus alas este año, ya que, hace escasos meses han sido madres. Se trata de Candice Swanepoel y Behati Prinsloo, la esposa de Adam Levine. Por su parte, una de las apariciones más esperadas ha sido la de Irina Shayk. La novia de Bradley Cooper se ha estrenado como ángel a sus 30 años.
La que también ha lucido espléndida sus alas ha sido Bella Hadid, la hermana de Gigi Hadid, que ya se unió a los ángeles el pasado año junto a la mediática Kedall Jenner. Esta incorporación es otra de las señales de que algo está cambiando en la marca, que ya no apuesta sólo por modelos de primer nivel, sino también por caras conocidas o "it girls" que han dado su salto al estrellato recientemente.
Junto a los ángeles más veteranos, como Adriana Lima y Alessandra Ambrosio, desfiló el resto del elenco: Lily Aldridge, Elsa Hosk, Josephine Skriver, Lais Ribeiro, Martha Hunt, Romee Strijd, Sara Ampaio, Stella Maxwell, Taylor Hill, Kendall Jenner, Gigi y Bella Hadid, Irina Shayk y Jasmine Tookes, esta última ha sido la encargada de lucir el famoso Fantasy Bra valorado en 3 millones de dólares, diseñado por Eddie Borgo y fabricado por el equipo de joyeros de Aziz y Walid Mouzannar.
Además, en esta edición se ha notado un nuevo giro de tuerca en lo que a la imagen de la firma se refiere, muy parecido al que ha dado también el Calendario Pirelli, en cuyas fotos aparecen 14 actrices internacionales como nunca antes las habías visto.
Así, los ángeles han narrado a través de sus perfiles de Instagram el día a día antes del evento, y se han hecho fotos comiendo algo tan extraño para una modelo como una pizza, sin maquillaje o mostrando una imagen natural, en el backstage, sin retoques en la que incluso se puede observar las estrías de algunas modelos. Parece que Victoria's Secret quiere alejarse de esa imagen de ropa interior sólo para divinidades y cuerpos perfectos, y asemejarse más a las mujeres de a pie. Eso sí, siguen haciendo gala de sus tablas de ejercicios para prepararse para el evento del año, porque una vida terrenal no está reñida con la falta de ejercicio.
Pero este año no sólo ha habido novedades en el desfile y en sus ángeles, sino que también ha estado marcado por los cambios en su modelo de negocio. En mayo, el director de finanzas de la marca anunció varias transformaciones. La primera es que abandonan los sujetadores plagados de relleno que resultan incómodos y que, además, hacen que los pechos de las mujeres parezcan voluminosos y, por qué no decirlo, forzados.
De esta manera, abren paso al último grito en ropa interior, los bralettes, sujetadores sin relleno, sin aros, fusión de brasiere y crop top, con un aire sofisticado, cómodo y muchos de ellos diseñados para que puedan asomarse a la ropa.
Otra metamorfosis de la firma ha sido eliminar su catálogo físico y centrarse en el online, y esto no es lo único que desaparece, también suprimen la colección de baño, su línea de ropa y los accesorios, además se concentran en la cosmética de alta gama. Todo ello forma parte de un revisión del negocio de la marca de lencería para intentar ser más rentable económicamente pero, unido a ello, hay un cambio en la imagen que han proyectado durante décadas, más acorde con los tiempos y con las demandas de la sociedad.