Se atribuye a la fecha del 20 de OCTUBRE ser el Día Internacional de los Tirantes. Aunque no nos ha sido posible confirmar de dónde procede la efemérides, aprovechamos la coyuntura para hacer un repaso por la historia y algunas anécdotas de este accesorios, que se ha convertido en complemento imprescindible de la moda masculina y empieza a ser utilizado, cada vez, por la femenina.
Los tirantes, como los calcetines, vuelven a estar de moda, porque los hombres del siglo XXI son más conscientes de que la moda es un lenguaje y de la importancia de los complementos y accesorios para "animar" un look.
Especialmente aquellos que, por el sector al que se dedican (empresas o bufetes de abogados que exigen un dress code más conservador), deben llevar traje a la oficina a diario. Y, si quieren cambiar de estilo o darle un giro a su atuendo, sólo pueden variar el color del traje, de la camisa, los tirantes y los calcetines. Fueron prenda estrella durante más de un siglo. Pero tras la Gran Guerra se cambió el tiro en los pantalones, dejando paso al cinturón.
Aunque según los historiadores su origen parece estar en Francia, se atribuye su invención al diseñador británico Albert Thurston, quien realizó el primer par de tirantes tal y como hoy los conocemos. La empresa que lleva su nombre los sigue comercializando hoy, con gran éxito. Según los distintos modelos, pueden cruzarse en la espalda formando una H, una X o una Y.
En Estados Unidos, una de las primeras patentes para tirantes que se otorgaron fue, en 1871, a Samuel Clemens (más conocido como Mark Twain). El modelo con los clips de metal no se inventaría hasta 1894 y a partir de entonces los pantalones comenzaron a fabricarse sin los botones que necesitan los tirantes antiguos.
Los tirantes con botones, tan comunes en la época que describió Scott Fitzgerald en El Gran Gatsby, hoy se utilizan mucho menos, pero los de clip de han adquirido recientemente un vigor inusitado, y hoy es posible encontrarlos en prácticamente todos los colores.
Cayeron en desuso desde los años 30 hasta los sesenta, cuando los skinheads británicos los adoptaron como parte de su uniforme para sujetar pantalones vaqueros. Y Malcolm MacDowell los llevaba en La Naranja Mecánica (1975), en una estética neopunk que causó tanta polémica como el contenido de la película en la época.
Según Wikipedia, "en algunos países, muchos hombres de negocios, locutores (el más destacado, Larry King), periodistas (Pedro J. Ramírez) (Elio Rossi), músicos (Paul McCartney), abogados y mujeres, todavía llevan tirantes, bien por imagen, bien por comodidad, y se considera que van a la moda por parte de la mayoría de expertos en Norteamérica".
Sin querer contradecir a la mayoría de expertos en Estados Unidos, lo que sí podemos asegurar es que los tirantes, además, marcan estilo en películas y series de televisión, de los niños a los adultos. En la memoria de muchas generaciones posteriores al baby boom de los sesenta y setenta, está el personaje de Steve Urkel, interpretado por el actor Jaleel White en la comedia estadounidense Cosas de casa (Family Matters).
En los 80 se convirtieron uniforme y símbolo del poder financiero, como retrató Oliver Stone en la película Wall Street (1987).
Hoy se llevan tanto en invierno como en verano, y aunque conservan su utilidad, sujetar los pantalones (lo que resulta muy práctico si se ha perdido peso), añaden un elemento de estilo a la moda masculina.
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