Esta tendencia empezó a verse en las calles de la mano de artistas del gangsta Hip Hop, allá en la época de los 80. Es un tipo de joyería para los dientes apodada como bling bling (término onomatopéyico que hace una joya al brillar). Eddie Plein es considerado el fundador de esta moda, hace más de una década, pero fue en 2005 cuando se comenzaron a popularizar, de la mano del rapero Dirty South.
Esta tendencia nació como distintiva de las clases bajas del sur de Estados Unidos, siempre asociada al mundo del Hip Hop. El profesor Murray Forman, de la Northeastern University, especializado en música popular y de Hip Hop, opina que los grills simbolizan el éxito económico de estas clases.
Como era de esperar, esta tendencia, que nació en las calles,se situó en el punto de mira de las firmas de moda más innovadoras. Un ejemplo de ello ha sido el director creativo de Givenchy, Riccardo Tisci, quien en su reciente colección otoño/invierno 2015, vistió a sus modelos con barrotes en la boca.
Anteriormente, en 2013, el mismo Tisci utilizó esta joya para vestir la dentadura de la, entonces embarazada, Kim Kardashian, para la publicación de un reportaje en CR Fashion Book, en el que él ejerció de director artístico y Karl Lagerfeld de fotógrafo.
Pero la diseñadora por excelencia de estos complementos es Dolly Cohen: ha conseguido elevar este complemento a la categoría de joyería de lujo con incrustaciones de piedras preciosas, diamantes y oro. Los suyos son los favoritos de famos@s como Lady Gaga, Beyonce, Katy Perry o Justin Bieber.
Como estamos en la era de la personalización, no podía faltar la customización de estos avalorios. Así Cara Delenvigne encargó uno con su nombre. Si te apuntas a esta tendencia, ya no hace falta que te presentes: basta con sonreír para que sepan tu nombre.
En la colección Primavera-Verano de 2016 de la firma Hood By Air, los modelos lucían grills de pedrería y látex. Provocando un efecto a medio camino entre la máscara de Aníbal el canibal en El silencio de los corderos.
Y Christian Ferreti, uno de los fotógrafos de moda más reconocidos, utilizó esta joya dental para un llamativo editorial en la revista Interview. Uno de los problemas que pueden llegar a generar las incrustaciones de estos grills es la rotura de los dientes al chocar con ellas. Así lo afirma el reputado odontólogo Javier Canut, insistiendo en la gravedad de la rotura de las piezas dentales.
Sin embargo, los efectos nocivos de esta moda deben tenerse en cuenta. En un primer momento, eran fundas fijas de oro que se adherían al diente, por lo que los expertos ponían en duda su salubridad no sólo por higiene sino porque se destruía parte del diente para ponerlas. Hoy día, son removibles (de quita y pon) haciéndolos más prácticos para su uso diario.
El Doctor en Odontología Fernando Moraleda, fundador de la clínica dental Smilelife, donde atienden a numerosos famosos, insiste en la necesidad de que estos accesorios sean fabricados con materiales nobles, cumpliendo con las normas estipuladas por el Ministerio de Sanidad. Apunta que los grills removibles, aunque sean de poner y quitar, deben ser colocados a medida por un profesional dental para no dañar el diente o la encía. Además, añade la necesidad de un previo análisis dental para evitar daños irreversibles.
Así, este accesorio bling bling ha recorrido los front rows y pasarelas del mundo alejándose de su origen como símbolo de las clases bajas para convertirse en un complemento de Alta Costura. Una tendencia popularizada y al alza en EEUU que apunta que en España aparezca a no mucho tardar. Y tú, ¿los llevarías?