Azmina Khanbhai y su hermana Ashrafa crecieron rodeadas de vida y color en Tanzania, en una familia que les inculcó desde que eran muy pequeñas el valor de lo natural, el cuidado al medio ambiente y la solidaridad. Cuando eran niñas ya se relamían los dedos con los polos artesanales que su madre fabricaba con los aguacates que daba el árbol de su jardín en una rudimentaria heladera de madera. Fruto de este recuerdo -y ya convertidas en jóvenes madres-, empezaron a fabricar polos artesanales con ingredientes frescos y saludables con intención de conseguir que sus hijos comieran fruta y, lo mejor, se divirtieran al hacerlo.
La experiencia fue todo un éxito. Tanto que, inspiradas por la voluntad de su padre -que siempre les enseñó que debían luchar por conquistar sus sueños-, decidieron dejar sus respectivos trabajos como médico y abogada para ocuparse al 100% de sus pequeños y dar vida a LOLO, una de las primeras marcas de helados artesanales en España.
Fue en 2015 cuando los Lolos -nombre que surge de la mezcla entre Lollie (en inglés) y polo (en castellano)- llegaron al madrileño barrio de Malasaña para hacer las delicias de los más golosos con su primera y muy coqueta tienda de helados. Hoy, dos años después, cuentan ya con tres puntos de venta en la capital -en el Barrio de las Letras y Chueca- y, desde junio, también en Canarias.
¿La clave de su éxito? Sus exóticas recetas. Desde que comenzaron, Azmina ha dado forma a más de 150 combinaciones diferentes. Todas ellas basadas en los recuerdos de su infancia en Tanzania, en sus vivencias en otros países y en su ascendencia india. Y es que a través de sus helados, ha querido “reflejar la multiculturalidad de nuestra vida y llevar experiencia del mundo a través de los sabores”. Por eso, una vez que pruebas un Lolo, es muy complicado quedarse con uno solo: “el de chocolate y plátano siempre es un éxito. Pero en general la gente busca descubrir sabores nuevos y dejarse sorprender. Por eso piden consejo y nosotros les explicamos cómo fue creado, el porqué de la mezcla y qué quiere evocar. Siempre se quedan con ganas de más y vuelven otro día”.
Y es que cada semana sus locales ofrecen diez sabores diferentes que van variando. Sabores que dependen de la época del año -porque Lolo abre también en invierno- y entre los que destacan, además de los más refrescantes como la sandía o el melocotón; otros más elaborados como el Pink Mojito (el hit del verano), el de pepino con agua de rosas o la exótica combinación de piña con chocolate, sal y chile; una receta que muy relacionada con la infancia de Azmina -en Tanzania se comía así la fruta, aderezada por la calle- y que le trae “recuerdos muy especiales”. También hay, por supuesto, numerosas recetas con yogurt; “una tradición también recuperada de la India, donde en verano lo utilizan para reducir el calor del cuerpo”.
Helados que son toda una explosión de sabor y, sobre todo, sanos. Y es que a diferencia de los polos industriales a los que nos hemos acostumbrado en los últimos años, los Lolos se elaboran exclusivamente con ingredientes naturales, especialmente fruta madura y de calidad; de hecho, es la propia Azmina en persona quien supervisa la calidad de cada uno de los ingredientes. Además, no contienen aditivos artificiales, colorantes o saborizantes. Tan solo dos cucharaditas de café de azúcar (como mucho) y el dulzor de la propia fruta. Una opción saludable y muy sabrosa apta para toda la familia y los amantes de la vida ‘healthy’. Y es que “lo bueno de que contengan tanta fruta es que se pueden comer a cualquier hora del día y se lo puedes dar a los niños sin problema. Y, en el caso de los adultos, los podemos comer sin cargo de conciencia”.
Además, están elaborados totalmente de forma manual desde un obrador en Madrid, tan solo con batidora y congelador (como se haría en casa). Porque Azmina y su equipo crean todos los Lolos que se venden en los cuatro puntos de venta con los que cuentan en la actualidad. Una familia -de momento- muy pequeña, pero que no descartan en ampliar más adelante. “Queremos expandir la marca a muchas ciudades de España pero queremos ir poco a poco, seleccionando muy bien los lugares. Despacio pero seguro”.