En el mundo de la moda, donde las tendencias surgen y desaparecen con la misma rapidez que el cambio de las estaciones, hay un tipo de vestido que ha logrado mantenerse como un favorito eterno entre las mujeres de diferentes edades. Un diseño que a primera vista puede resultar difícil de encajar en una sola tendencia y que ha demostrado ser una opción versátil y atemporal que funciona bien en cualquier época del año.
El encanto del vestido de popelín radica en su capacidad para adaptarse a una amplia gama de estilos. De carácter recto, evasé o estilo camisero, con volumen en la parte de la falda y, en ocasiones, con mangas abullonadas, es una opción cómoda y favorecedora para todo tipo de siluetas. Uno de esos motivos que lo han convertido en el gran favorito del street style.
Entre lo romántico y lo sensual, este vestido encuentra su hogar perfecto en el estilo nórdico o escandinavo del que tanto hemos oído hablar en las últimas temporadas. Este último se caracteriza por su enfoque en la simplicidad y la comodidad, donde la funcionalidad es clave y el minimalismo es una norma, un estilo en el que hemos visto esta prenda en diferentes formas: desde con unas deportivas súper técnicas hasta con unos kitten heels de lo más femeninos.
[Lourdes Montes tiene las alpargatas ('made in Spain') que desearás para tus próximos eventos]
Las grandes firmas de moda también han apostado por el vestido de popelín en sus colecciones, destacando su versatilidad y estilo atemporal. Desde versiones clásicas en blanco o negro, hasta opciones con cuellos de camisa y mangas largas, esta prenda se adapta a todas las necesidades y ocasiones.
Entre todas estas firmas, Berhanyer es una de ellas, y bajo la dirección de Sergio de Lázaro, quien ha hecho su propia reinterpretación vanguardista, ha apostado por un vestido de popelín, camisero y de corte largo, con cuello alto de estilo camisa, pero sin solapas, y mangas largas con puños para esta temporada.
En su diseño, destaca especialmente el detalle de los pliegues a la cintura que crean una silueta más ceñida pero, al mismo tiempo, le aportan un gran vuelo en la falda, así como amplitud en el cuerpo. De Lázaro confía, eso sí, en este tejido tanto en blanco como en un estampado a rayas en azul claro. Dos opciones atemporales que son un perfecto fondo de armario en toda regla.