Cuando se habla de acudir a una boda como invitada, automáticamente se piensa en un vestido como la mejor opción para lucir ese día. Si bien es una opción que sigue siendo muy seguida, cada vez son más las mujeres que prefieren dejar de lado esta prenda y darle protagonismo a los monos o trajes de pantalón.
Dos apuestas en alza que son muy cómodas y que, al contrario que un vestido, se pueden reciclar con muchísima más facilidad. De hecho, en muchas ocasiones no hay que elegir por un conjunto específico para eventos. Así lo ha demostrado Rocío Crusset (28 años) con su último vestuario, un total look de Tommy Hilfiger perteneciente a su nueva colección.
Se trata de una combinación que forma parte de TH Monogram, con la que la firma de origen estadounidense apuesta por un estampado con los colores e iniciales que la han hecho famosa. De entre las muchas opciones, la hija de Carlos Herera (65) y Mariló Montero (57) ha apostado por una camisa y un pantalón a tono.
La camisa de viscosa TH Monogram es la prenda de la parte superior, una blusa con este nuevo sello distintivo de la marca con un aspecto más futurista y que destaca por su ligereza. De corte regular clásico, es una camisa unisex muy versátil que sorprende por su estampado integral y es que, se mire por donde se mire, se repite el diseño. La excepción son los puños, que cuentan con un ribete ancho. Se puede comprar en tallas desde la 32 hasta la 46 y su precio es de 139,90 euros.
El pantalón, a tono, está fabricado en el mismo material este pantalón amplio que presenta una llamativa pernera ancha y se realza con un estampado integral del monograma TH. Sin botones, se ajusta al cuerpo gracias a su cinturilla elástica. Está a la venta en tallas de la 32 a la 49 y cuesta 169,90 euros.
Para convertirlo en el perfecto look de invitada hay que elegir los accesorios correctos, donde unos zapatos de tacón y un bolso a tono son la gran clave. En cuanto al peinado, tal y como demuestra Rocío Crusset, un recogido puede ser una buena opción y es que despeja el rostro y deja todo el protagonismo al estilismo. Se puede acompañar con un maquillaje discreto en el que los ojos tengan especial relevancia.