Tras apenas tres o cuatro meses de altas temperaturas y ropa veraniega, toca volver a la rutina de oficina, pensando ya en los estilismos de la rentrée. Vuelta a las blazers, las botas, los pantalones largos y, en un par de meses, a los abrigos (aunque no queramos). Por lo tanto, el cambio de armario se presenta prácticamente inminente, no solo por el descenso de las temperaturas, también por la vuelta a la rutina que no nos permitirá llevar prácticamente nada de la ropa de verano.
Toda esa ropa que sacamos hace unos meses está destinada a volver al armario hasta el año que viene. Prendas que nos hemos puesto un par de veces o incluso ninguna en todo el verano porque al final parece que recurrimos siempre a las mismas opciones, con las que nos vemos más favorecidas y cómodas.
Sin embargo, esta vuelta a la oficina va a ser diferente porque te proponemos que sigas llevando tus vestidos de verano unos días más antes de decirles adiós hasta el año que viene. Aunque pueda parecer difícil, es mucho más sencillo de lo que parece ya que lo único que necesitas es darle un punto más otoñal con los accesorios y los colores de estos.
[El vestido naranja de Narciso Rodriguez para Zara que se ha agotado en cuestión de horas]
De lo que se trata es de integrar los vestidos de verano en los looks de entretiempo con chaquetas o gabardinas, y botas, por ejemplo. Además, lo ideal es que los colores sean más bien en tonos tierra, caqui o burdeos, entre otros, para darle esa forma más invernal al estilismo en su conjunto.
De la mano de Charo Ruiz, la firma made in Spain que triunfa en todo el mundo con sus diseños de estética ibicenca e inspiración andaluza, este verano se alargará un poco más gracias a sus propuestas para seguir llevando los vestidos en la vuelta a la oficina de forma sencilla y muy sofisticada. Toma nota y sácales partido a los vestidos y a tu bronceado.
A tus vestidos de verano todavía les quedan muchas ocasiones este año. Para seguir llevándolos en la vuelta a la oficina, una de las opciones es jugar a combinarlas con diferentes chaquetas de entretiempo: cazadoras vaqueras, gabardinas fluidas, chaquetas tipo bomber o con una biker, incluso. De esta forma, podrás seguir llevando los vestidos de verano en el día a día con unas sandalias de tacón o unas alpargatas de cuña.
Otra de las maneras que mejor sienta para alargar la vida de los vestidos de verano y sacarles partido prácticamente durante todo el año es combinarlos con botas o botines en cualquiera de sus formas. Este año seguirán en el ojo de las tendencias las botas mosqueteras por encima de la rodilla y, por supuesto, las botas de estilo cowboy. Una forma sencilla de adaptar los vestidos de verano a los looks de entretiempo para la oficina.