Los colores son los protagonistas del verano en lo que se refiere a moda. También en los bolsos, que se cargan de color para hacer más llevaderas las altas temperaturas. El naranja, el azul, el verde o el rosa son solo algunos de los tonos que se suelen ver en el street style, pero también el negro.
Esa es la apuesta de la firma de marroquinería Box San Sebastián, que tiene en su catálogo varias de estas piezas. De hecho, es una de las inversiones más racionales pues se puede lucir durante todo el año, especialmente en invierno.
Entre sus novedades está el modelo Zeppelin, que combina historia, tendencia y saber hacer. Un modelo rescatado de un boceto de los años 90 a cuyo diseño le han incorporado nuevas aportaciones de actualidad como los maxi eslabones o el formato de micro bolso. Tiene un diseño del lateral muy especial que contribuye para aportar su nombre y que resalta el experto manufacturado de sus maestros artesanos.
El bolso Gogoratu Origen, por su parte, se ha rediseñado usando el archivo de los años 80 y dándole importancia a la confección de la identificación del estribo metálico y la inicial B, orígenes ambos de su logotipo, y a un esmerado cosido a mano con cáñamo natural con el savoir faire de sus artesanos.
La firma española Mauska acaba de anunciar sus segundas con jugosos descuentos de hasta el 40% que hacen que sus bolsos sean muy apetecibles. Están pensado para una mujer práctica, urbana y real que busca piezas para su día a día pero que valora la calidad, el detalle y un toque de tendencia.
Así es su bandolera Castañuela, un must que no te vas a quitar. Está diseñada en una silueta estructurada y tiene un cierre con clic imantado. Lleva bandolera larga ajustable. A pesar de su pequeño tamaño, tiene capacidad para lo imprescindible. Está rebajada de 230 a 161 euros.
Tokio es la joya de la corona de la marca española Mona Moon. Un bolso de piel suave inspirado en la técnica japonesa furoshiki, que se utiliza para llevar paquetes o hacer bolsos con tejido o pañuelos de seda. Una pieza atemporal y ligera con la que no pasar desapercibida. El bolso lleva forro interior de microfibra y cierre con broche imantado. Y como asas, dos aros forrados en piel.
Este modelo nace en un viaje que hizo en 2017 Carmen, diseñadora de la marca, a Japón donde inspirada por la técnica furoshiki se plantea el reto de llevarla de la tela a la piel.